Pekín, que no reconoce esta línea, reclama a Taiwán como parte de su territorio y nunca ha renunciado al uso de la fuerza para recuperar el control.
Estas salidas se produjeron pocas semanas antes de la toma de posesión, el 20 de mayo, del nuevo presidente de Taiwán, Lai Ching-te, a quien China considera un separatista peligroso. Según Beijing, traerá “guerra y decadencia” a la isla. Las relaciones entre Beijing y Taipei ya se habían vuelto tensas bajo la presidencia de Tsai Ing-wen, elegida en 2016, ya que ella y su gobierno rechazan los reclamos de China sobre la isla.
Dos barcos filipinos dañados
Estos vuelos se producen un día después de que Manila convocara a un alto representante chino para protestar tras una escaramuza que dañó dos barcos filipinos durante una patrulla en el Mar de China Meridional.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Filipinas, la guardia costera china disparó cañones de agua contra dos de sus barcos el 30 de abril, bloqueando el acceso a un arrecife en disputa en el Mar de China Meridional. Pekín, por su parte, confirmó haber “rechazado” los barcos filipinos.
China reclama soberanía sobre casi todo el Mar de China Meridional –un importante cruce de rutas comerciales marítimas– para consternación de varios países vecinos.
Esta disputa se produce en un momento en que Estados Unidos y Filipinas están organizando ejercicios militares conjuntos, particularmente cerca de áreas en disputa en el Mar de China Meridional y el Estrecho de Taiwán. En particular, están planeando un simulacro de reconquista por la fuerza de una isla en la provincia de Palawan, cerca de las islas Spratly disputadas por Beijing y Manila.