RUbiales declaró este lunes 29 de abril ante el juez de Majadahonda que investiga presuntas prácticas corruptas durante su mandato al frente de la Federación y destacó que la comisión que cobró Kosmos por su mediación fue pagada por los saudíes, nunca por la Federación, y que finalmente se incluyó en el contrato porque no perjudicaba a la entidad que presidía.
El expresidente destacó que este contrato se firmó en plena pandemia en la que, de no haber obtenido estos ingresos, el fútbol español podría haber muerto, y presumió de su gestión, al haber conseguido incrementar la facturación de 140 a 400 millones de euros. y haber conseguido que España se adjudicara el Mundial de 2030.
El contacto con Kosmos no lo estableció la Federación, sino Piqué, que también contactó con la empresa saudita Sela, y que negoció con ellos la comisión del futbolista en su momento. “No hubo ninguna conspiración”insistió Rubiales, quien recordó que el contrato había sido aprobado por el comité de ética y el departamento de cumplimiento de la federación.
Rubiales explicó al juez que, cuando llegó a la RFEF, la Supercopa no interesaba a nadie y que, gracias al cambio de modelo, ahora genera 40 millones de euros. Cuando el formato cambió de un partido único a cuatro participantes, recibieron “muchas llamadas” y estaban interesados en Qatar, China, Rusia e India, así como en Arabia Saudita.
Sobre las obras del estadio de La Cartuja de Sevilla, atribuidas a la empresa Gruconsa y también en el centro de la investigación, Rubiales explicó que la RFEF, como entidad privada, podía contratar a quien quisiera, aunque indicó que ella se había dirigido la Junta de Andalucía y le pidió que facilitara ” un poco de dinero “ para renovar el estadio.
Defendió que lo había presentado a la comisión económica y se refirió a un informe técnico del departamento de eventos que indicaba que era Gruconsa quien tenía que hacer los trabajos porque ya en 2020 le habían encargado la realización de una auditoría técnica de las deficiencias del estadio.
Rubiales explicó que si la RFEF hubiera lanzado un concurso, una nueva empresa habría tenido que realizar el informe técnico y todos los trabajos previos que ya había realizado Gruconsa, aunque indicó que el abogado y asesor Tomás González Cueto, que también es bajo investigación, le aconsejó que hiciera todo lo posible “según lo dispuesto en las leyes de contratación pública con el fin de garantizar la mayor transparencia”.
También indicó que cuando dejó la RFEF intentó entrar en la hostelería de su amigo, el exfutbolista Francisco Javier Martín Alcaide, Nene, quien “conoce muy bien la República Dominicana”. “Yo no estoy al tanto de los asuntos, él es quien los gestiona”aseguró, al tiempo que negó saber si Gruconsa tenía negocios en el país caribeño.
(Con EFE)
