Según las autoridades nepalesas, al menos sesenta personas están desaparecidas tras las últimas inundaciones. Se han reportado más de 50 víctimas en la capital, Katmandú, y los distritos circundantes.
La región se ha visto gravemente afectada por inundaciones y deslizamientos de tierra. Las regiones central y oriental del país se vieron especialmente afectadas por las lluvias. El gobierno anunció tratamiento gratuito para los heridos y ayuda a las familias afectadas.
Las lluvias devastadoras en este país del Himalaya comenzaron el jueves por la tarde. Los medios locales informaron de las peores lluvias registradas en Katmandú en décadas.
Más de 3.000 personas ya han sido puestas a salvo, dijo la policía. Las autoridades informaron que las fuertes lluvias monzónicas dañaron gravemente carreteras y puentes y paralizaron temporalmente el tráfico aéreo nacional.
Muchas rutas de acceso a la capital, Katmandú, estarían bloqueadas por deslizamientos de tierra. En algunas zonas, la gente se quedó temporalmente sin electricidad ni acceso a Internet. Las escuelas permanecerán cerradas en todo el país a principios de semana, anunció el Ministerio de Educación.
Nepal está a menudo expuesto a desastres naturales debido a su ubicación montañosa y sus grandes ríos. Las fuertes lluvias provocan inundaciones y deslizamientos de tierra. Son naturales durante la temporada de los monzones en el sur de Asia, que suele durar de junio a septiembre.
El monzón es a la vez una bendición y una maldición para el estado del Himalaya. La lluvia es vital para la agricultura, de la que se gana la vida una gran parte de la población. Pero también trae muerte y destrucción, con inundaciones y deslizamientos de tierra.
Las perspectivas para el futuro son sólo moderadamente positivas: aunque el tiempo ha mejorado, las autoridades esperan inicialmente más lluvias en algunas partes del país.
