La economía rusa se enfrenta a una gran crisis y los esfuerzos de Moscú no están cambiando nada.

La economía rusa se enfrenta a una gran crisis y los esfuerzos de Moscú no están cambiando nada.
La economía rusa se enfrenta a una gran crisis y los esfuerzos de Moscú no están cambiando nada.
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Al mismo tiempo que aumentaban los tipos de interés oficiales, el Banco Central de Rusia reveló en un comunicado de prensa el fenómeno poco envidiable que amenaza al país: la estanflación, que combina una alta inflación y una lenta actividad económica, dos factores causados ​​por la invasión a gran escala de Ucrania. .

Una economía mantenida activa por la guerra en Ucrania

La economía rusa sufrió una amplia reestructuración tras la invasión a gran escala de Ucrania. Si las ventas de hidrocarburos permitieron a Moscú mantener superávits presupuestarios colosales al comienzo de la guerra, el creciente impacto de las sanciones está separando gradualmente a Rusia del resto de la economía mundial.

Al mismo tiempo, el Kremlin está incurriendo en grandes gastos para mantener en funcionamiento su industria militar y pagar los salarios de sus soldados. La creciente falta de hombres dispuestos a ir al frente y el coste político que generaría una nueva movilización empujan al ejército a ofrecer sumas cada vez mayores a posibles reclutas. Además, la población activa se ha reducido tras el éxodo de millones de rusos y el envío al frente de cientos de miles más, en un país con una demografía ya en caída libre, lo que reduce la oferta.

En un análisis traducido por Bloomberg y el Moscow Times, el Banco Central ruso anunció que la economía se encamina hacia una desaceleración, y este fenómeno se combina con una fuerte demanda, impulsada por mecanismos estatales como un sistema de préstamos facilitados.

En un intento por frenar la inflación nacida de esta peligrosa combinación, el Banco Central de Rusia ha aumentado su tasa de interés clave varias veces en los últimos meses. Pero a estas alturas”la demanda interna aún supera ampliamente la capacidad de aumentar la oferta de bienes y servicios”, analizó en un comunicado de prensa del 13 de septiembre, y la inflación sigue evolucionando mucho más allá del 4% fijado por la autoridad financiera. En respuesta, el Banco Central anunció un nuevo aumento del tipo de interés oficial, esta vez hasta el 19%.

La inflación anual aún debería alcanzar “6,5 a 7%” a finales de año, y se mantendrán entre el 4 y el 4,5% en 2025.

¿Hacia la estanflación en Rusia?

“Hay señales de una desaceleración de la demanda interna. Sin embargo, no hay reducción de la presión inflacionaria”subraya el Banco Central. Consecuencia: Rusia podría, por tanto, avanzar hacia la estanflación, una situación en la que los altos precios se combinan con un bajo crecimiento económico.

Ucrania – Rusia: aviones militares de la guerra

La estanflación es aún más temida porque este doble fenómeno es difícil de detener: la débil actividad económica empuja a bajar los tipos de interés para facilitar el endeudamiento y el consumo… a costa de una inflación que se refuerza. El aumento de las tasas de interés frena la inflación… pero suprime la actividad económica. El problema es espinoso y Rusia todavía no parece haber encontrado la solución que le permita evitar este formidable destino.

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