Argentina. En los bancos de la escuela, de ayer a hoy

Argentina. En los bancos de la escuela, de ayer a hoy
Argentina. En los bancos de la escuela, de ayer a hoy
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Los miembros de la joven asociación “Passion Patrimoine d’Argein” presentaron, durante las jornadas del patrimonio, una exposición sobre “Los bancos escolares de ayer a hoy”. Hoy estamos en 1986, cuando la escuela fue cerrada. Un colegio cuyos edificios albergan actualmente un salón de actos en el que se celebra esta exposición. Una devolución justa de las cosas.

En 2023, la exposición se centró en “Profesiones de ayer a hoy”, continuando este trabajo de investigación sobre el pasado del pueblo. Ya en preparación para 2025, está a punto de ver la luz una nueva exposición sobre “la vida cotidiana en Argein, de ayer a hoy”. De momento, durante estos dos días, los visitantes pudieron recorrer la historia del colegio desde 1906 hasta 1980, a partir de una cincuentena de documentos clasificados del más antiguo al más reciente: libros, cuadernos escolares, páginas escritas al sargento mayor, Lleno y suelto, otro mundo.

Allí encontramos un diccionario de 1881 de Belin-Mandar, un Larousse de 1926, libros de texto de matemáticas y ciencias, buenos puntos, un abecedario, cuadernos de correspondencia, kits, diplomas, certificados y patentes. Todas las paredes estaban ocupadas por grandes mapas: departamentos franceses con todas las prefecturas, tableros como el que muestra lo que le sucede a un cerebro humano a causa de las fechorías del alcoholismo, un esqueleto humano, lecciones prácticas, moralidad, educación cívica, juegos de nudillos, canicas, Fotografías de aulas en blanco y negro de 1906 a 1980. Los estudiantes en primer plano, el profesor arriba. Estas fotografías muestran, año tras año, la disminución regular de la matrícula hasta que la escuela cerró en 1986.

Una exposición que recordó a los más mayores cómo era el colegio. Algunos incluso se reconocieron en las fotografías. El conmovedor testimonio de Hélène Gaston, la anciana del pueblo de 103 años, dejó especialmente su huella.

Para reunir así unos 200 documentos, fue necesario un año de investigación con la plena participación de todos los habitantes del pueblo, que rebuscaron en sus cajones y en sus desvanes. Se encontraron en esta sala, que había recreado la escuela de sus padres y la suya propia, antes de su cierre, intercambiando con emoción sus recuerdos: “¿te acuerdas?”.

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