Marruecos ha tenido un buen comienzo en el Mundial de Futsal. El equipo de Hicham Dguig se impuso el lunes 16 de septiembre a Tayikistán por 4 goles a 2.
Gracias a un doblete de Othmane Boumezou (min. 1, 29) y a los goles de Soufiane Charraoui (37) e Idriss Raiss El Fenni (38), el equipo marroquí vio recompensada su tecnicidad y su juego rápido, pero sobre todo su paciencia, ante un rival físicamente comprometido y muy entusiasta.
Los marroquíes atacaron desde el principio con un balón arrebatado a la defensa tayika, que acabó siendo colocado en la portería por Boumezou, bien situado en la zona contraria.
Tras este tempranero gol, el equipo marroquí supo gestionar el empuje de un equipo tayiko movido por el deseo de remontar el partido, gracias sobre todo al portero Abdelkrim Anbia, decisivo detrás de un muro defensivo rojo bien organizado.
Los contraataques marroquíes, que no conseguían dejar fuera de combate al rival antes de que recuperase el equilibrio, constituyeron un auténtico veneno para los tayikos, que se hundieron con el paso de los minutos en la impaciencia y la prisa, estado de ánimo que se tradujo en una apariencia de dominio del equipo tayiko, que ciertamente multiplicó los ataques pero sin gran eficacia.
Del lado marroquí, la paciencia de los hombres de Hicham Dguig finalmente dio sus frutos, con un segundo gol marcado por Boumezou, esta vez al final de un contraataque.
Pero no todo estaba perdido para los Leones del Atlas, que tuvieron que arreglárselas bajo presión durante cuatro minutos, después de que Samandar Rizomor redujera el marcador (34). Pero el golpe de gracia de Charraoui, seguido del gol de El Fenni, sellaron el destino del partido a favor de los marroquíes, a pesar de una segunda reducción del marcador, obra de Fayzali Sardorov (39).
En su próxima salida, los marroquíes se enfrentarán el 19 de septiembre en Tashkent a Panamá, duramente goleada el lunes por Portugal (10-1).
