La relojería de Neuchâtel participa en las elecciones presidenciales americanas. Donald Trump acaba de lanzar un reloj de lujo con su nombre que alberga un mecanismo diseñado por un artesano de La Chaux-de-Fonds. El candidato republicano espera recaudar fondos para financiar su campaña.
“Amo el oro, amo los diamantes”, declara Donald Trump en el vídeo promocional del último artículo que puso a la venta el jueves: un reloj de lujo que lleva su nombre. Con un brazalete y una caja de 200 gramos de oro macizo de 18 quilates y 122 diamantes repartidos en las asas y el bisel, este reloj es “verdaderamente especial”, asegura el candidato republicano.
Este modelo es objeto de una serie limitada de 147 ejemplares, estando cada pieza numerada. Lógicamente, el septuagenario se adjudicó el reloj número uno. Para la ocasión, Donald Trump está rompiendo su principio de “Estados Unidos primero” para la industria manufacturera, ya que estos relojes se fabrican en Suiza.
Un mecanismo de La Chaux-de-Fonds
En concreto, se trata de una sociedad domiciliada en el estado americano de Wyoming que los vende tras haberlos encargado a un productor del Tesino. Él mismo compró el movimiento en la ciudad relojera de La Chaux-de-Fonds.
En este caso, es la empresa BCP Tourbillons la que diseña y desarrolla los movimientos para el reloj de Donald Trump. Para su fundador, Olivier Moiry, la exigencia era totalmente habitual. “Para nosotros fue relativamente trivial. El lote era de tamaño estándar. Estamos acostumbrados a manejar este tipo de lotes. El requerimiento técnico tampoco fue extraordinario y en términos de diseño, fue bastante sencillo. Así que para nosotros era un proyecto como cualquier otro”, explica el viernes en el programa de las 19.30 horas de RTS.
El concepto, sin embargo, aporta una atención sin precedentes a su empresa. “Rara vez tenemos un cliente que haya generado tanta atención”, comenta.
Sin compromiso político
Para los BCP Tourbillons, los plazos son ajustados: sólo unos pocos meses para cumplir el pedido. La primera copia acaba de ser entregada. Los movimientos se venden por entre 2.200 y 5.500 francos suizos, mientras que el reloj valdrá finalmente 100.000 dólares.
Para Olivier Moiry, se trata sobre todo de invertir en cada proyecto. Para él, aquí la política no entra en juego. “La solicitud llegó de forma anónima. Pero rápidamente se puso sobre la mesa que podría ser un poco controvertido. Pero nuestro trabajo es relojería y no compromiso político. El movimiento es estándar y le aplicamos los mismos criterios que a todos nuestros clientes”, concluye.
Reportaje televisivo: Théo Jeannet
Web de adaptación: ther