“Un primer cupo de 10,6 toneladas de pollos congelados producidos localmente y comercializados por la ONAB estaba destinado a la wilaya de Tiaret y se distribuyó a varios carniceros de la región desde el lunes pasado”, explicó Foued Helaili, director de promoción comercial y de exportaciones.
El responsable explicó que “la operación afectó a otras comunidades, como Ksar Chellala, Hamadia, Mahdia, Rahouia y Frenda”. Añadió que “este producto, que cumple con las normas sanitarias vigentes, se controla en la fase inicial y final, desde el puerto de origen hasta el minorista, pasando por los almacenes frigoríficos, y su precio se fija en 295 DA por kilogramo”.
El entusiasmo de los hogares por esta carne a un precio sostenido por el Estado se produce, como todos saben, en un contexto marcado por el aumento de los precios en el mercado nacional de la carne blanca por diversos motivos.
En los últimos días, hemos notado que el precio del pollo ha bajado, pero sigue siendo relativamente caro, rondando los 500 DA por kilo, de ahí esta oportuna operación del Estado destinada tanto a regularlo como a aliviar la presión sobre los hogares con bajo poder adquisitivo. Volviendo a la operación anterior de colocación de pollos congelados brasileños en el mercado, Foued Hellaili explicó que “del 9 al 29 de agosto, el circuito legal recibió una cuota global de 110,7 toneladas, mientras que otras cantidades fueron importadas por operadores privados versados en el tema”.
En Oravio, “las cantidades que destinamos a la región se destinan sistemáticamente a carnicerías, entre ellas un local a disposición de nuestra Oficina y situado cerca de la sede del distrito de Tiaret”, añadió Mohamed Amine, responsable de la unidad. Otros oradores explicaron más sobre el enfoque de comercialización de esta carne blanca, pero algunos no se dignaron a hablar.
