Deslumbrantes tesoros de la Edad de Oro china por descubrir en el Museo Guimet

Deslumbrantes tesoros de la Edad de Oro china por descubrir en el Museo Guimet
Deslumbrantes tesoros de la Edad de Oro china por descubrir en el Museo Guimet
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Se trata de la más “bling-bling” y la más “art déco” de las cuatro exposiciones que el Museo Nacional de Artes Asiáticas – Guimet dedica a China, con motivo del Año Franco-Chino del Turismo Cultural y del 60º aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Oro MingAbierta al público a partir del 18 de septiembre de 2024, regresa, como su nombre indica, a una de las épocas doradas del Imperio Medio: la de la gloriosa dinastía Ming (1368-1644).

Si bien el período es más famoso por sus porcelanas azules y blancas o sus grandiosos monumentos (Gran Muralla, Ciudad Prohibida), este punto culminante del Museo Guimet destaca producciones más “brillantes”, en el verdadero sentido del término: piezas de orfebrería extremadamente raras, antaño destinadas a la élite.

El auge del comercio y la orfebrería en la dinastía Ming

Durante la dinastía Ming, especialmente durante los primeros años del reinado del emperador Chengzu (1402-1424), China fortaleció sus relaciones comerciales con los países vecinos y lejanos, en particular a través de los viajes marítimos dirigidos por el eunuco Zheng He. El oro figuraba entre los tesoros que se traían durante estas expediciones diplomáticas y comerciales, que se intercambiaban por otros bienes preciosos (especias, sedas).

Pero fueron los siglos XV y XVI –período al que se atribuyen la mayoría de las piezas de la exposición– los que marcaron un verdadero punto de inflexión. El comercio estaba en su apogeo, las ciudades del sur se enriquecían y los artículos de lujo se convirtieron en signos de estatus social. A pesar de las prohibiciones, la élite adinerada quería vestirse como si estuviera en la corte imperial.

La producción de objetos y adornos de oro se desarrolló ampliamente, alcanzando un punto considerable de excelencia. El trabajo del metal se perfeccionó, permitiendo la creación de piezas con los detalles más suntuosos. En ocasiones se realzaban con piedras preciosas, elegidas por sus colores: espinelas, zafiros azules, amarillos o verdes; jade, que ha ocupado un lugar muy especial en la cultura china durante miles de años; y sobre todo, el rubí rojo, un color auspicioso que se convirtió en el de la dinastía Ming.

Porque en esta sociedad jerarquizada, la iconografía no sólo sirve para mostrar el éxito social a través de la riqueza. Las producciones de oro también tienen un valor de “amuleto de la suerte”, atrayendo a través de su simbolismo suerte, prosperidad, vitalidad…

Tesoros dorados: platos ceremoniales y adornos femeninos

La exposición se divide en dos partes, diferenciando varias funciones para los tesoros de oro. Por un lado, los platos y copas ceremoniales, cebos de interior que antaño se colocaban, por ejemplo, junto a los individuos durante los retratos, algunos de los cuales se presentan aquí.

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Exposición “El oro de la dinastía Ming”. Copa de libación Jue decorada con dragones y su soporte en forma de montaña. Dinastía Ming (1368-1644), reinado de Wanli (1573-1620), fechada en 1601. Oro engastado con rubíes y zafiros. Alto 10,8 cm (copa), profundidad 16,7 cm (plato); peso 342,4 g. Xi’an, Museo de Bellas Artes de Qujiang, XYB0100/1-2 Colección Dong Bo Zhai de Peter Viem Kwok (reunida en el Museo de Bellas Artes de Xi’an Qujiang)

Por otro lado, adornos femeninos: horquillas centrales (tioxina), que las mujeres aristocráticas llevaban en la frente, al frente de las horquillas; pendientes, los adornos más comunes; pulseras, algunas de las cuales están grabadas con las palabras “felicidad, longevidad, paz, salud” (fu, , Kang, y) ; collares; tocados, para sujetar el cabello de las novias a quienes se les prohibía cortarlo; colgantes (peizhui) pañuelos ceremoniales (xiapei)… Tantos artefactos cuya meticulosidad rivaliza con la de las producciones imperiales.

Estas piezas, de gran prestigio y procedentes del Museo de Bellas Artes de Qujiang (Xi’an, Shaanxi, centro de China), son extremadamente raras. El oro siempre ha sido un metal precioso –y sobre todo, maleable–, hasta el punto de que las sucesivas dinastías adoptaron la costumbre de fundir objetos para crear otros nuevos, sobre todo en épocas de crisis económica o política.

Son las caras maleables y dúctiles del metal las que permiten también deformarlo sin agrietarlo ni romperlo, lo que permite a los artesanos crear obras con decoraciones sofisticadas. En el Museo Guimet, los vídeos realizados con la Escuela de Artes de la Joyería revelan las diferentes técnicas antiguas del trabajo del oro. En conjunto, la exposición ofrece un amplio espacio para la pedagogía… y para los reflejos del oro que brillan en los ojos.

  • Oro Mingdel 18 de septiembre de 2024 al 13 de enero de 2025 ????Museo Nacional de Artes Asiáticas – Guimet, Rotonda del 2º piso, 6 Place d’Iéna, 75116 París. Tarifa completa: 13 euros. Tarifa reducida: 10 euros. Para más información, aquí.

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