En junio de 1994, pocas horas después del asesinato de su ex mujer y su amiga, OJ Simpson fue perseguido por una corriente de coches de policía en las carreteras de Los Ángeles.
AFP
Hace casi 30 años, un Ford Bronco blanco que cruzaba las autopistas de Los Ángeles fue suficiente para fascinar a toda una nación: a bordo, OJ Simpson, ex gloria del fútbol americano, sospechoso de asesinato y seguido a baja velocidad por una noria de coches de policía.
95 millones de estadounidenses cautivados
El 17 de junio de 1994, el espectáculo, retransmitido en directo por televisión gracias a los helicópteros que siguieron esta persecución, cautivó a unos 95 millones de estadounidenses, más que la final del campeonato de fútbol americano celebrada el mismo año.
Este viernes por la noche, las entregas de pizza a domicilio se dispararon durante dos horas, momento en el que OJ Simpson, cuya muerte fue anunciada el jueves, finalmente regresó a su casa y se entregó a las decenas de policías presentes en el lugar.
“Estábamos alrededor de la estación, nadie respiraba… Nos quedamos allí, completamente fascinados”, recuerda Kim Goldman, en un podcast de hace unos años.
Muchos residentes de Los Ángeles se habían apostado a lo largo de la ruta del Ford Bronco, conducido por un amigo, para animar al fugitivo, pero Kim Goldman y su padre querían que “lo arrestaran para responder por sus acciones”.
Cinco días antes, su hermano Ron había sido asesinado a puñaladas en compañía de Nicole Brown Simpson, la exmujer del astro del fútbol que iba a ser juzgada por este doble asesinato.
En 1995, al final de un juicio increíble y muy publicitado que agitó profundamente las tensiones raciales en el país, Simpson fue declarado inocente por un jurado popular. Una decisión que sigue siendo controvertida hasta el día de hoy y que sigue indignando a la señora Goldman.
El deportista siempre ha protestado por su inocencia. También negó haber intentado escapar de su citación en comisaría el día de la famosa persecución, afirmando que sólo quería ir a la tumba de su exmujer.
Los investigadores descubrieron en el Ford Bronco una bolsa que contenía su pasaporte, dinero en efectivo y un revólver Magnum 357. Pero estos objetos nunca fueron incluidos como prueba en el caso por la fiscalía porque el coche no pertenecía al sospechoso y nadie pudo demostrar quién los había colocado allí.
¿Por qué esta fascinación?
¿Por qué esta fascinación? Según Geoffrey Alpert, profesor de criminología de la Universidad de Carolina del Sur y especialista en persecuciones, la celebridad de OJ Simpson no hizo más que aumentar el interés de un público que ya estaba naturalmente ávido de situaciones peligrosas.
“Estamos esperando la colisión. Nadie quiere que nadie muera, pero nos gusta ver cómo la situación se sale de control”, explica a la AFP, comparando este tipo de persecución con las carreras de coches de serie.
“Y los medios de comunicación están aún más fascinados por este tipo de cosas en Estados Unidos que en cualquier otro lugar del mundo”, dijo el profesor, evocando un Salvaje Oeste “donde alguien roba un banco y el sheriff salta sobre su caballo para perseguirlo”.
El propio Ford Bronco, propiedad de Al Cowings, amigo de Simpson que lo conducía el 17 de junio de 1994, también está expuesto en un museo de Tennessee especializado en la historia criminal de Estados Unidos.
En Los Ángeles, una empresa incluso se planteó ofrecer visitas turísticas en coche, siguiendo la misma ruta que OJ Simpson.
(AFP)
