En relación con la actualidad, Maxime Binet interrogó al profesor sobre el reciente nombramiento de Arabia Saudita a la presidencia de la comisión para los derechos de la mujer en la ONU. “¿Por qué las Naciones Unidas conceden esta presidencia a Arabia Saudita, que es muy criticada en este asunto?”
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A esta pregunta, Michel Liégeois respondió que incluso si el papel de la sociedad civil era recordar la posición de Arabia Saudita, el papel de la ONU era crear espacios de discusión. “Debemos recordar que la ONU es la única organización universal. Todos los estados son miembros, no hay examen de ingreso. Dentro de esta organización se crean grupos de trabajo sobre diferentes temas”.
Así, no es necesario que estos Estados sean los más ejemplares en este ámbito para formar parte de estos grupos de trabajo. “Si en este ámbito sólo habláramos de los derechos de las mujeres entre Estados ejemplares y todos ellos de acuerdo entre sí, no tendría mucho interés. Más bien podríamos alegrarnos de que un Estado, que todavía está muy lejos de nuestros estándares, siga progresando en este ámbito, quiera modernizarse y acepte entablar un diálogo con otros países”, insiste el profesor de Relaciones Internacionales.
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En el mismo sentido, Maxime Binet interrogó a continuación a Michel Liégeois sobre la designación de China y Rusia al Consejo de Derechos Humanos. “Por supuesto que este nombramiento les da una respetabilidad que no merecen, pero por otro lado, la solución contraria no es mejor. Reunirse con los mejores estudiantes en materia de derechos humanos y discutir únicamente entre ustedes no ayuda a que el debate avance. Es preferible tener una cierta diversidad, Estados que hayan alcanzado un determinado nivel y otros que aún tengan que avanzar para ver qué puede aportar este diálogo”, concluye.
El Consejo de Seguridad de la ONU tardó cinco meses en pedir un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza, debido a la falta de consenso entre los miembros permanentes. Ante esta observación, Maxime Binet cuestionó la eficacia de tal estructura. “Obviamente, hay una dificultad con los conflictos importantes en los que los miembros permanentes se oponen, lo vimos en Siria, donde Rusia lo vetó, lo vemos en Ucrania por la misma razón. Para Oriente Medio, son más bien los Estados Unidos quienes vetan cualquier resolución que no convenga a Israel. Vemos una posición protectora de Estados Unidos pero también vemos una evolución, es un efecto de la campaña electoral presidencial que obliga a la administración Biden a adoptar posiciones diferentes a las de hace unos meses”, explica el profesor de la UCL Lovaina.
Cuando se le pregunta si una organización de este tipo todavía puede encontrar su lugar en la escena mundial, afirma que “sin las grandes potencias, un consejo de seguridad sería totalmente impotente”. Mucha gente piensa que es necesario reformar el concepto, pero todavía no hay acuerdo sobre la fórmula. “Hay demasiados candidatos a nuevos miembros permanentes para que podamos aceptarlos a todos, debemos imaginar nuevos equilibrios, salir del sistema de veto. La ONU es eminentemente perfectible, pero si no existiera, tendríamos que inventarla y eso sería formidable”, concluye Michel Liégeois.
