Monumentos históricos de Bretaña para ver

Monumentos históricos de Bretaña para ver
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Bretaña es una región cuya cultura es tan rica como sus paisajes. Además de numerosos restaurantes con estrellas, playas y rutas de senderismo, numerosos monumentos cuentan la historia de la región. He aquí una pequeña selección de estos monumentos que han sobrevivido a los tiempos y que nos transportan a la Bretaña de antaño.

Los castillos de Bretaña

Cuando pensamos en Bretaña, pensamos especialmente en sus paisajes costeros, su variada fauna y flora. Sin embargo, la región alberga varios castillos y fortalezas, vestigios de un pasado glorioso tanto arquitectónica como históricamente. Entre los principales castillos de Bretaña que es imprescindible visitar, el de Brest recibe cada año a varios centenares de turistas. Es en el corazón del castillo donde se exponen las colecciones del Museo Marítimo Nacional.

El castillo de Josselin es otra visita obligada durante tu visita a la región de Bretaña. Construido en 1008, este castillo resguarda la historia medieval de la región, alberga algunos museos de renombre como el Museo de las Muñecas, además de una residencia donde viven los descendientes de Lord Rohan. Por último, si estás de paso por Nantes, no dudes en hacer una parada en el castillo de los duques de Bretaña, donde podrás descubrir la historia de la ciudad, desde la Revolución Francesa hasta nuestros días.

Las catedrales de Bretaña

Bretaña también está repleta de catedrales emblemáticas, incluida la de Quimper: la catedral de Saint-Corentin. Esta catedral por sí sola resume la evolución arquitectónica de la región, con una fuerte inspiración gótica. Es en la catedral de Saint-Corentin donde se encuentra el órgano más grande y antiguo de Francia. Del lado de Rennes, también se puede descubrir la catedral de Saint-Pierre, que es el arquetipo de una basílica romana de los siglos XVI al XIX.

Menhires, dólmenes y megalitos

Por último, otros monumentos históricos y culturales esenciales de Bretaña sólo son visibles fuera de las grandes ciudades. Así, en el extremo sur de la isla de Gavrinis, encontramos un Mojón, una arquitectura que data del Neolítico. Este vestigio del pasado nos retrotrae a un pasado donde los ritos y costumbres bretonas estaban impregnados de misterio y magia. En Melrand también podrás descubrir el pueblo del año 1000. Este sitio, abierto al público desde 1985, le transporta a la Bretaña medieval, con edificios muy bien conservados, pero también con actividades artesanales y eventos temáticos en los que los visitantes pueden participar.

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