Y Casper Ruud finalmente cedió. En un partido reñido y agradable, los sacadores mandaron entre Alexander Zverev y sus 198 centímetros por un lado, el noruego y sus 183 por el otro. El alemán consigue una segunda victoria en otros tantos partidos después de haber gestionado a la perfección el partido decisivo del primer set y haber aprovechado su primera oportunidad de break en el segundo (7-6, 6-3). Zverev no está clasificado, pero se presenta aún más como un outsider serio en este Masters de Turín.
Sabíamos que Zverev estaba muy interesado en su compromiso al final de la temporada, el número 2 del mundo encontró a alguien con quien hablar y Ruud también fue particularmente eficaz en su servicio. Ganador de un disminuido Carlos Alcaraz, quiso demostrar que merecía su victoria y, al no conseguir ganar, lo consiguió en este terreno, ofreciendo a Zverev una verdadera adversidad. Los dos fueron golpe tras golpe, sin conceder ni un solo punto de quiebre durante los primeros 20 juegos de un partido que contó… 22.
Zverev se infló de confianza
Si Zverev ha tomado la delantera, tal vez se deba a su confianza inflada en este momento después de su éxito en el Masters 1000 de París. Fue así como se acercó a un tie-break del primer set que le resultó casi perfecto. Ruud intentó retrasar el plazo pero del 6-1 sólo remontó al 6-3, aprovechando Zverev su tercer punto de set (7-6).
El escenario de dos saques animados y ocasiones inexistentes se repitió en la segunda vuelta. Sin perder un centavo por la pérdida del set inaugural, el noruego sólo perdió cuatro pequeños puntos en sus primeros tres juegos de servicio. Guiado por su gran servicio, Zverev tomó la delantera y esperó el momento oportuno. Llegó el 4-3 a su favor en la única jugada que Ruud falló en su compromiso, en el peor momento. La trampa se le había cerrado y el alemán se encaminaba hacia una victoria aún más convincente que la conseguida contra Andrey Rublev el martes.
Con dos éxitos, Alexander Zverev lidera su grupo pero aún no está clasificado y el viernes se avecina un duelo contra Carlos Alcaraz. Un set ganado debería ser suficiente para ver qué pasa en los últimos cuatro, pero el número 2 del mundo se jugará otra cosa. Él, el tercer hombre, quiere convertirse en jefe en Turín. Vencer a Alcaraz el viernes podría eliminar al español y consolidar su estatus esta semana.