CIENCIA. Tradicionalmente, la salud pública es el pariente pobre de los presupuestos sanitarios, que más bien dan un lugar destacado a los hospitales y los tratamientos. Pero la salud pública es prácticamente todo lo que sucede antes de ser hospitalizado o antes de necesitar tratamiento. En 2024, ¿cuáles fueron las señales de alerta que generaron temores para 2025?
Dengue, mpox y gripe aviar
Principales alarmas a corto plazo: epidemias. Es evidente que los servicios de salud no querrían enfrentarse a otro brote mundial tan pronto después del anterior. Por eso un gran número de expertos han observado atentamente la evolución del virus del dengue y del virus mpox en 2024.
En las Américas se notificaron 12,6 millones de casos de dengue durante los primeros 11 meses del año, frente a 4,6 millones de casos en 2023, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Esto resultó en 21.000 hospitalizaciones y 7.700 muertes. Alrededor del 90% de los casos se produjeron en cuatro países: Argentina, Brasil, Colombia y México. En los dos primeros se han llevado a cabo campañas de vacunación, pero las vacunas actuales tienen una eficacia limitada.
El virus que causa la fiebre, el dengue, se transmite por mosquitos. Y aunque la enfermedad es endémica en estas regiones desde hace mucho tiempo, los mosquitos parecen haber ampliado gradualmente su territorio en los últimos veinte años, gracias al clima más cálido. Sin embargo, no se explica qué provocó esta repentina explosión en 2024. Pero el resultado es que, más al norte, notamos cada vez más turistas que regresan a sus hogares después de haber contraído la fiebre en cuestión.
En cuanto a los casos de mpox, son mucho menos: 60.000 casos confirmados en África durante los primeros 11 meses del año. Pero esta cifra confirma que la enfermedad sigue avanzando y que sigue siendo frecuente, aunque en menor escala, fuera de África, hecho que llevó a la Organización Mundial de la Salud a decretar una primera alerta en 2022 y luego suspenderla. en 2023, para luego reactivarlo en agosto pasado.
La vacuna contra la viruela parece ofrecer una protección adecuada y podrían llegar nuevas vacunas en 2025. Pero aún deben estar disponibles en las regiones más afectadas, y es ahí donde falta protección de salud pública: las autoridades de las principales regiones africanas. Los países afectados llevan dos años recordando constantemente que el suministro deja mucho que desear.
Por último, está la gripe aviar: se trata de una escala ínfima en comparación con las dos enfermedades anteriores (alrededor de sesenta casos hasta ahora), pero se trata de una cepa de gripe que, hace sólo unos años, ni siquiera estaba muy extendida entre los mamíferos. y desde entonces ha infectado a decenas de especies, incluidas las vacas en particular. Y es a este último a quien le debemos la mayoría de los casos humanos.
Recordemos también, para quienes lo duden, que el COVID sigue circulando. Incluso hubo una nueva ola de infecciones en Estados Unidos durante el verano. En agosto se aprobó en este país una versión actualizada de las vacunas.
Calor extremo, un problema de salud pública
Como nos recuerda la expansión del dengue, el calentamiento global aumenta los riesgos de ciertas enfermedades infecciosas. Pero más allá de eso, las olas de calor son un problema de salud en sí mismas: en India, Estados Unidos, Europa, Australia, las olas de calor extremas han causado más muertes y hospitalizaciones este año, y nada muestra que la tendencia deba revertirse. Algunos países, como Estados Unidos, incluso han añadido un “indicador” del riesgo de muerte en tales casos y compilan una recopilación de “muertes relacionadas con el calor”.
La falta de agua potable, un problema de salud pública
Más de la mitad de la población mundial tiene un acceso limitado al agua potable, pero la situación no era ni peor ni mejor en 2024. Es a largo plazo que tememos que esta cifra aumente debido a la disminución de las aguas subterráneas. Esto podría hacernos olvidar que el agua potable es un derecho humano, tal y como lo define Naciones Unidas.
Es un problema que amplifica otros problemas de salud pública: durante las olas de calor, la falta de agua pone en riesgo vidas, y las fuentes de agua sin una planta de tratamiento digna de ese nombre fomentan la proliferación de mosquitos y enfermedades. En primavera incluso se temió durante algunas semanas que la megalópolis de México (22 millones de habitantes) tuviera que cortar el suministro de agua durante unas horas al día debido a la sequía.
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https://www.sciencepresse.qc.ca/actualite/2024/12/19/sante-publique-mondiale-vers-2025