Importante conferencia que reúne a los mayores especialistas en la materia, el Foro Europeo sobre Frecuencia y Tiempo recibió su prestigioso premio Premio EFTF 2024 tiene Vicente Giordanodirector de investigación del CNRS en el departamento Tiempo-Frecuencia del Instituto FEMTO-ST, por la excelencia y el impacto internacional de su trabajo científico.
Entrega del Premio EFTF 2024 a Vincent Giordano.
Originario de Besançon, antiguo alumno de la ENSMMVincent Giordano tuvo muy pronto conocimiento del mundo de la relojeríallave que le ayudó a abrir las puertas de la Facultad de Ciencias de Orsay, hoy parte de la Universidad Paris-Saclay, para realizar un doctorado. EL relojes atómicos son el tema central de su tesis y seguirán siendo el centro de su investigación cuando regrese al Franco Condado. Asignado al LPMO, Laboratorio de Física y Metrología de Osciladores, propone en primer lugarutilizar microtecnologías desarrolladas en Besançon para reducir el tamaño de los relojes atómicosuna idea demasiado innovadora en 1996 para despertar el interés esperado. Desde entonces, los relojes atómicos miniaturizados han pasado de los laboratorios de investigación a los receptores GPS y siguen siendo una punta de lanza de la investigación de tiempo-frecuencia en el Instituto FEMTO-ST.
Con su equipo, a principios de los años 2000, Vincent Giordano logró insertar átomos de cesio en los corazones de los relojes atómicos de forma no invasivasegún un proceso que garantiza el respeto de la extrema limpieza de esta cavidad colocada al vacío.
El método representa un verdadero avance en la tecnologíaDesde entonces, ha sido utilizado por investigadores y fabricantes de todo el mundo. “En la cavidad, un material elegido por sus propiedades libera los átomos de cesio que contiene, bajo el efecto del calentamiento provocado por la radiación láser enviada a través de una pared transparente”, resume Vincent Giordano.
El reloj criogénico “ULISS®” desarrollado en el Instituto FEMTO-ST
Siguiendo el consejo de Jean-Jacques Gagnepain, físico de Besançon que impulsó la creación del Instituto FEMTO-ST y entonces también director científico del CNRS, Vincent Giordano lanzó un proyecto de investigación sobre osciladores criogénicos.
En este caso, el investigador cambia de escala centrándose en el desarrollo de osciladores ultraestables, cuyas dimensiones son similares a las de un gabinete. “Las vibraciones generadas en un resonador de cuarzo tienen la misma función que los movimientos del péndulo de un reloj cómodo : producen oscilaciones regulares que hacen latir el corazón del reloj. » Si un resonador de cuarzo hace un millón de oscilaciones antes de detenerse, con un resonador criogénico se alcanzan mil millones: esta es la tecnología que Vincent Giordano está desarrollando en su trabajo.
El cuarzo se sustituye aquí por corindón.– un monocristal incorrectamente llamado zafiro – cuyas características permiten obtener una impresionante estabilidad de la señal a una temperatura de 6 K (- 267,15°C).
Los relojes criogénicos se desarrollan bajo pedido dentro del propio Instituto FEMTO-ST y se comercializan por FEMTO-Ingeniería. Si bien pueden utilizarse, por ejemplo, en el espacio para seguir la posición de los satélites situados en órbitas lejanas o en la Tierra para medir el movimiento de las placas tectónicas, por el momento son esencialmente responsables de la producción del tiempo atómico internacionall.
Se han instalado copias en observatorios especializados en Inglaterra, China, Italia, Corea del Sur y hay un pedido en curso para el Observatorio de París. El Observatorio Naval de los Estados Unidos en Washington, que posee los mejores relojes del mundo, ha adquirido tres relojes criogénicos fabricados en Besançon.