La nave espacial Starliner de Boeing intenta despegar por tercera vez

La nave espacial Starliner de Boeing intenta despegar por tercera vez
La nave espacial Starliner de Boeing intenta despegar por tercera vez
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Y tres: el miércoles se intentará por tercera vez en un mes el primer despegue con astronautas de la nave Starliner de Boeing, una misión esperada desde hace años y que representa un gran desafío para el gigante aeronáutico y la NASA.

El despegue está previsto para las 10:52 horas desde Cabo Cañaveral, en Florida (14:52 horas GMT) y la previsión meteorológica parece favorable.

Los astronautas estadounidenses Butch Wilmore y Suni Williams deben desplazarse a bordo de la cápsula Starliner, colocada sobre un cohete Atlas V del grupo ULA, que debe impulsarlo a órbita.

Luego deberán pasar aproximadamente una semana en la Estación Espacial Internacional (ISS) y luego regresar a bordo del Starliner, para demostrar que este nuevo vehículo es seguro y puede iniciar sus vuelos regulares.

Boeing ha acumulado años de retraso en su programa, lo que le ha permitido ser superado en gran medida por SpaceX, que ya transporta astronautas de la NASA a la ISS desde 2020.

Pero la agencia espacial estadounidense quiere disponer de una segunda nave para poder afrontar mejor posibles situaciones de emergencia o problemas en una de las cápsulas.

En dos ocasiones, a principios de mayo y luego la semana pasada, el despegue fue cancelado en el último momento por problemas técnicos, a pesar de que los astronautas ya habían ocupado sus lugares a bordo y el cohete estaba lleno de combustible.

Desde entonces se ha reparado un problema en las válvulas del cohete y luego un problema en el suministro eléctrico de uno de los ordenadores en tierra, responsables de estas cancelaciones.

Una pequeña fuga de helio en uno de los propulsores de la nave Boeing también requirió un tiempo adicional de análisis, pero finalmente se decidió no repararla, ya que no representaba un peligro según la NASA.

“Butch y Suni”

Butch Wilmore, de 61 años, y Suni Williams, de 58, han estado dos veces cada uno en la ISS y se han estado entrenando durante varios años para esta misión.

Tras el despegue, deberán pasar temporalmente al pilotaje manual para probar su correcto funcionamiento.

Los astronautas de la NASA Butch Wilmore (izquierda) y Suni Williams, en Cabo Cañaveral, Florida, el 1 de junio de 2024 / Miguel J. Rodríguez Carrillo / AFP

Ambos pilotos de pruebas de la Armada estadounidense participaron activamente en el desarrollo del Starliner, cuyo nombre recibió el nombre de Calypso, en homenaje al barco del comandante Cousteau.

La nave espacial se acoplará a la ISS alrededor de las 12:15 del jueves (16:15 GMT).

Lleva consigo una carga inesperada: una nueva bomba para el sistema de reciclaje de orina de los astronautas en agua en la ISS.

La bomba a bordo dejó de funcionar recientemente y mientras tanto la orina debe almacenarse en tanques, pero estas capacidades son limitadas.

Múltiples decepciones

Boeing, también sacudida por los problemas de seguridad en sus aviones, también se juega su reputación con esta misión.

En el Centro Espacial Kennedy en Florida antes de la primera misión con astronautas de la cápsula Boeing Starliner, 1 de junio de 2024 / Gregg Newton / AFP

El desarrollo de Starliner se vio empañado por múltiples decepciones. Después de un primer vuelo de prueba sin tripulación fallido en 2019, el vehículo vacío no logró llegar a la ISS hasta mayo de 2022.

Otros problemas descubiertos posteriormente, como los paracaídas que frenan la cápsula durante su regreso a la atmósfera o incluso la necesidad de retirar una cinta adhesiva inflamable del interior del vehículo, retrasaron aún más su primer vuelo con tripulación.

Esto es esencial para que Starliner obtenga la codiciada certificación de la NASA.

Sólo un puñado de barcos estadounidenses han transportado astronautas en el pasado.

Tras el cierre de los transbordadores espaciales estadounidenses en 2011, los astronautas de la NASA tuvieron que viajar a bordo de la nave espacial rusa Soyuz.

Para poner fin a esta dependencia, la agencia espacial estadounidense firmó en 2014 un contrato con Boeing y SpaceX para el desarrollo de nuevos buques.

Una vez que Starliner esté operativo, la NASA quiere alternar entre vuelos de SpaceX y Boeing.

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