El muro de separación de 12 kilómetros de largo está diseñado para evitar que el agua se escape. Geoservice Engineering (GSE) utiliza para este trabajo la máquina de pilotaje y perforación Liebherr LRB 355.1 con tres barras mezcladoras. “En este caso particular, el proceso de mezcla del suelo es superior a cualquier otra técnica desde el punto de vista económico y ecológico, el uso de materiales locales como materiales de construcción ciertamente tiene efectos positivos”, explica Anton Sariev, director tecnológico de la empresa. Con esta aplicación, no es necesario entregar ni retirar material para la pared divisoria porque el material del piso existente se mezcla con la lechada aglutinante. Además de ahorrar tiempo y dinero, mezclar la tierra tiene la ventaja de ser muy silencioso y con pocas vibraciones. La empresa búlgara trabaja con la plataforma de pilotaje y perforación a una profundidad de 20 metros y un diámetro de un metro.
La Liebherr LRB 355.1 puede equiparse de forma modular con una, dos o tres barras mezcladoras como accesorio longitudinal o transversal. Mientras que las versiones simple o doble se utilizan para grandes diámetros de mezcla y grandes superficies, la versión triple tiene la ventaja de ser muy rápida cuando, como en Chavdar, es necesario instalar paredes separadoras largas.