El episodio dice mucho sobre la nueva rivalidad entre Nvidia y AMD. El domingo por la tarde, Jensen Huang, jefe del primero, superó a Lisa Su, directora general del segundo, que iba a hablar unas horas más tarde en la inauguración de la gran feria informática Computex, que se celebra esta semana en Taiwán. Aprovechó para anunciar la futura generación de tarjetas gráficas (GPU) dedicadas a la inteligencia artificial generativa, aunque la próxima generación, presentada en marzo, ni siquiera se ha comercializado todavía. Y también prometer duplicar la tasa de innovación, lanzando un nuevo modelo por año, en lugar de cada dos años. Suficiente para robarle el protagonismo a su competidor, que intenta entrar en este gigantesco mercado, por el momento dominado en gran medida por el grupo Santa Clara.
Fuerte demanda – Pionera en computación acelerada, que consiste en acoplar un procesador (CPU) a una GPU, Nvidia está de hecho en el centro del crecimiento de la IA generativa, mientras que el entrenamiento de modelos requiere una potencia informática gigantesca. Durante el último año y medio, y el espectacular debut de ChatGPT, el interés por sus chips ha superado con creces sus capacidades de producción. Entre febrero y abril, su actividad de centros de datos generó una facturación de 22.600 millones de dólares, seis veces más que hace dos años. Sus beneficios se han disparado: 15.200 millones, frente a sólo 1.600 millones a principios de 2023. Con el desequilibrio entre oferta y demanda, Nvidia quiere ahora potenciar la venta de servidores completos, mucho más caros. Y también está intentando afianzarse en el mercado de la nube.
Necesidades exponenciales – El domingo, Jensen Huang desveló la hoja de ruta de la empresa para los próximos tres años, con el lanzamiento en 2026 de una nueva arquitectura de chip, bautizada Rubin en homenaje al astrónomo estadounidense que demostró la existencia de la materia negra. Antes, la arquitectura Blackwell, que sucederá a finales de año a la arquitectura Hopper, sobre la que se construye la GPU H100, actual referencia del sector, tendrá derecho a una versión “ultra”. La versión “ultra” de Rubin se comercializará en 2027. Este ritmo frenético se explica por las crecientes necesidades de potencia informática a medida que aumenta el tamaño de los modelos. “La cantidad de datos a procesar crece exponencialmente”, asegura Jensen Huang, quien también promete ahorro de tiempo y energía.
AMD todavía está lejos – Nvidia también debe preservar su ventaja tecnológica. Porque su éxito atrae el deseo. En esta búsqueda, AMD es el jugador más avanzado. A finales de 2023, el grupo, especializado principalmente en CPU, lanzó su primer acelerador dedicado a la IA. Incluso consiguió un primer cliente importante, Microsoft Azure. Pero AMD todavía está muy lejos de su competidor: sus directivos esperan alcanzar 4.000 millones de dólares en ventas durante todo el año. El lunes, Lisa Su también prometió lanzar una nueva GPU por año. La próxima generación se lanzará en el cuarto trimestre. Superará al H200 de Nvidia, el chip actual más potente de Nvidia. Pero será claramente superado por el próximo B200, que estará disponible para entonces.
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