Descubrimiento histórico: la cobra real es en realidad cuatro especies distintas.
Después de 188 años ocultando su caza, un estudio revolucionario revela que la formidable cobra real, tan temida por aventureros de todo tipo y hasta ahora considerada como una sola especie, en realidad sería cuatro especies distintass. Este avance científico, resultante del análisis riguroso de especímenes de museo, podría transformar nuestra comprensión de la biología de esta serpiente icónica y mejorar las estrategias de conservación y tratamiento médico.
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La cobra real: un misterio de larga data resuelto
Hasta hace poco, la cobra real estaba clasificada como una sola especie, Ophiophagus hannah. Sin embargo, variaciones significativas en la coloración y otras características físicas entre diferentes regiones habían sembrado dudas entre los científicos sobre la verdadera diversidad dentro de esta especie. Gracias a un estudio publicado en 2021 y completado recientemente, se confirmaron diferencias genéticas y físicas que llevaron a la clasificación de cuatro especies distintas.
Con 340 toneladas o 274 carros, es el animal más gigantesco que jamás haya vivido en la tierra (y no es la ballena azul)
Las 4 especies de Cobra descubiertas
La investigación, que implicó el examen cuidadoso de 153 especímenes de museo, distinguió las siguientes cuatro especies basándose en variaciones morfológicas como patrones de coloración, ancho del cuerpo y características dentales:
- Le cobra royal du nord (o.hanna)muy extendido desde el Himalaya hasta Indochina y el sur de Tailandia.
- Le cobra royal de Sunda (Ophiophagus bungarus)presente en la península malaya y las islas mayores de la Sonda.
- La cobra real de los Ghats occidentales (Ophiophagus kaalinga)ubicado únicamente en los Ghats occidentales de la India.
- Le cobra royal de Luzon (Ophiophagus salvatana)que vive exclusivamente en la isla de Luzón en Filipinas.
Implicaciones del descubrimiento
Esta identificación precisa de las especies permite una mejor comprensión de las distribuciones geográficas y las adaptaciones ecológicas de la cobra real, facilitando así medidas de conservación específicas. Además, distinguir entre especies es crucial para el desarrollo de tratamientos antivenenos más eficaces, ya que cada especie puede tener venenos con propiedades ligeramente diferentes.
Necesidad de más estudios
El estudio también destaca la necesidad de continuar la investigación, particularmente para explorar otras regiones y potencialmente descubrir nuevas especies de cobra real. El análisis continuo del ADN y las características físicas ayudará a perfeccionar nuestra comprensión de estas serpientes venenosas y responderá preguntas no resueltas sobre su ecología y evolución, incluido por qué se sabe que esta especie es caníbal y es capaz de comerse a sus compañeros.
Consecuencias para la medicina y la biodiversidad
El reconocimiento de múltiples especies de cobra real tiene implicaciones directas para la medicina, incluida la mejora de los antídotos específicos de cada especie, lo que podría salvar vidas en las regiones afectadas. Además, este descubrimiento enriquece nuestra apreciación de la biodiversidad y resalta la complejidad de la evolución de las serpientes venenosas.
El ser vivo más grande de la Tierra es también el más antiguo con una edad estimada de 17 veces la de la más antigua de las Pirámides de Giza.
Este artículo presenta un avance importante en la taxonomía de la cobra real, demostrando que lo que se consideraba una sola especie es en realidad un complejo de cuatro especies distintas. Este descubrimiento, basado en extensos análisis genéticos y morfológicos de especímenes de museo, tiene importantes implicaciones para la conservación, la investigación biológica y la medicina, transformando nuestra comprensión de una de las serpientes más emblemáticas y venenosas del mundo.
Fuente : Revista europea de taxonomía