Los paisajes que nos rodean pueden ser llanos o escarpados, siempre son el resultado de una larga historia tectónica. Nacidos hace varios miles de millones de años, los continentes nunca han dejado de moverse, arrastrados por la movimientomovimiento placas tectónicas. Por colisiones o, por el contrario, por su fragmentación, los continentes han experimentado múltiples episodios de deformación que, al yuxtaponerse en el tiempo, han dado lugar a los relieves que observamos hoy. Esta deformación, legado de una historia tectónica compleja, a menudo es invisible para nosotros, enmascarada por la vegetación o la infraestructura humana. Sin embargo, si miras de cerca, lo verás en casi todas partes.
Las cadenas montañosas demuestran el poder de las fuerzas tectónicas
Las cadenas montañosas, con sus laderas empinadas y desnudas, frecuentemente revelan patrones muy tortuosos. En los Alpes, en particular, las formidables limitaciones que condujeron a la formación de esta cadena montañosa produjeron pliegues gigantescos. Los estratos blancos de piedra caliza, originalmente depositados horizontalmente en el fondo de un océano, hoy se encuentran elevados y totalmente deformados.
El poder del choque entre África y Europa logró la hazaña de transportar estos gigantescos masasmasas de rocas a altitudes de varios miles de metros y plegarlas sobre sí mismas! Sucede lo mismo, por supuesto, en todos los macizos de origen tectónico.
En esta distorsión podemos leer una historia de varias decenas de millones de años. Porque plegar los estratos sedimentarios sobre sí mismos lleva tiempo. Observando esta deformación podemos reconstruir toda la historia de un lugar, remontándonos a la deposición de los sedimentos que hoy forman estos estratos plegados. Del océano a la sierra, luego de la sierra al océano.
Los principales ciclos tectónicos.
De hecho, el tectónica de placastectónica de placasno es sólo una cuestión de colisión. Si los continentes se unen, es en realidad sólo para separarse, unos cientos de millones de años después.
Sin embargo, las pruebas de aperturas continentales pasadas suelen ser más discretas que las pruebas de colisiones. Para encontrarlos, debemos deconstruir la historia compresiva más reciente. Pero las pistas están ahí, ¡incluso en la cima del Mont Blanc! es el trabajo de geólogosgeólogos que saber identificarlos, leerlos y reconstruir una historia coherente que se extienda en el tiempo.
¿Cómo nos dicen las ofiolitas alpinas sobre la apertura de los océanos?