Está disponible oficialmente desde el jueves 7 de noviembre y, tras su presentación, su precio llamó la atención entre muchos consumidores: la PlayStation 5 Pro se vende por 800 euros en Europa y 800 francos en Suiza. Esto refleja un aumento general de los precios de la tecnología. Hasta ahora, esta inflación estuvo lejos de frenar las ventas.
Antes del lanzamiento de esta actualización tecnológica de la actual PS5, algunos jugadores encontrados en las calles de Tokio no ocultaron su escepticismo.
“No creo que vaya a comprarlo”.
“No creo que vaya a comprarlo. No quiero gastar tanto dinero para comprar una consola. No puedo decir que me atraiga”, comenta Hideki Hasegawa, un autónomo de 45 años, recordando una época en la que sus consolas no deberían costar más de 30.000 yenes (unos 170 francos hoy, ndr).
La duplicación del precio (de 400 a 800 francos) respecto al modelo Delgado(el más comparable, porque también sin unidad de disco) se describe como “un reto desde el punto de vista del marketing”, en una nota de Junya Ayada, analista del banco JP Morgan.
“Esta es la consola más potente que jamás hayamos construido”, destacó Mark Cerny, principal arquitecto de las consolas del grupo japonés desde la Playstation 4, durante una presentación online.
Pero este salto de precios no es un caso aislado.
“Una tendencia generalizada”
“Se trata de una tendencia general que afecta a todos los dispositivos electrónicos, ya sean teléfonos, videojuegos, cascos de realidad virtual o relojes conectados”, explica Jack Leathem, analista de Canalys, una firma de investigación especializada en mercados tecnológicos.
Si el precio del iPhone 16, por ejemplo, se mantuvo sin cambios este año respecto al modelo anterior -y más bajo que el del iPhone 14-, está muy por encima de los precios de lanzamiento cobrados hace cinco años. La tendencia es similar entre competidores como Samsung, con el Galaxy Z Fold 6, un teléfono plegable de alta gama.
Estimados “nuevos participantes”
“Se trata de nuevos entrantes al mercado que traen nuevas tecnologías, lo que generalmente significa un precio más alto”, explicó a la AFP Brian Comiskey, especialista en desarrollos tecnológicos de la Consumer Technology Association.
Este aumento también está relacionado con el precio de los componentes, según Jack Leathem. De hecho, los precios de algunas materias primas, en particular los del indio y el itrio, dos metales raros, han experimentado fuertes aumentos.
Y luego está el efecto IA
Pero la rápida adopción de la inteligencia artificial generativa por parte de muchas marcas también ha requerido una inversión significativa. “Las empresas tienen que obtener beneficios, tienen que contrarrestar de alguna manera las cantidades que invierten en IA y nuevas tecnologías aumentando también el precio del dispositivo”, añade el analista.
Sin embargo, los precios no parecen constituir un obstáculo importante para la compra. Según estimaciones de la empresa Canalys, se vendieron cerca de 310 millones de teléfonos inteligentes durante los primeros nueve meses de 2024, un aumento del 5% respecto al año anterior.
Para Josh Lewitz, analista de la firma estadounidense Consumers Intelligence Research Partners, “realmente ha habido un aumento en el precio que es posible pagar por un teléfono”.
Mayor esperanza de vida
Pero esta evolución va acompañada de un aumento generalizado de la vida útil de los dispositivos, señala Michael R. Levin, analista de la misma empresa: de dos años o incluso menos, ahora tiende a extenderse a tres años.
En cuanto al mercado americano, también han seguido el ejemplo las facilidades de pago generalizadas.
Cada vez más operadores ofrecen repartir el pago en tres años, en lugar de dos como antes. “Esto hizo que la diferencia de precio relativo fuera menos significativa”, subraya Michael R. Levin.
(afp)