Más allá de su aparente modestia, la nariz humana esconde sorprendentes capacidades para detectar las sutilezas de los olores. Al contrario de lo que pensábamos, nuestro sentido olfativo reacciona con una velocidad comparable a la de la visión yaudiencia.
En un estudio publicado en Naturaleza Comportamiento Humanolos investigadores utilizaron un dispositivo innovador para probar la percepción olfativa en 229 adultos. En exponente mezclas de olores con retrasos precisos, demostraron que los participantes podían distinguir variaciones en sólo unas pocas decenas de milisegundos. Este resultado desafía nuestra comprensión de la velocidad de nuestro sentido del olfato, sugiriendo un código temporal para identificar olores, similar al utilizado para percibir colores.
A través de varios experimentos cuidadosamente orquestados, los investigadores desarrollaron un dispositivo innovador capaz de presentar mezclas de olores con precisión milimétrica, es decir, retrasos tan cortos como 18 milisegundos. Esta tecnología permitió controlar rigurosamente cuándo se liberaba cada olor al aire, asegurando que los participantes inhalaran los aromas en un orden específico. Gracias a este dispositivo se pudo observar cómo los individuos podían distinguir no sólo los olores en sí, sino también el orden en que se presentaban.
Incluso cuando las diferencias temporales entre los dos olores eran mínimas, los participantes demostraron una capacidad impresionante para identificar correctamente qué olor se percibió primero. De hecho, si bien investigaciones anteriores sugerían que el tiempo necesario para percibir dos olores era de 1200 milisegundos, las pruebas realizadas en este experimento revelaron que el nez El ser humano pudo distinguir dos olores diferentes con una latencia de solo 60 milisegundos entre estos dos olores.
Esta precisión reveló una sensibilidad olfativa inesperada, destacando la eficiencia con la que la nariz humana puede analizar e interpretar señales químicas complejas en un período de tiempo muy corto.
Las implicaciones de estos descubrimientos van mucho más allá de la mera ciencia. Podrían cambiar profundamente sectores como la industria alimentaria, la perfumería e incluso la medicina, ofreciendo nuevas perspectivas para el desarrollo de tecnologías olfativas avanzadas.
Los investigadores también vislumbran posibles aplicaciones en la rehabilitación olfativa de personas con pérdida del olfato, así como en el diseño de sistemas sensoriales de realidad virtual.
¿Qué es la percepción olfativa?
La percepción olfativa es la capacidad de cerebro interpretar las moléculas olorosas captadas por la nariz. Cuando una persona inhala, los receptores olfativos de la cavidad nasal detectan compuestos químicos en el aire. Luego, estas señales se envían al cerebro, que las traduce en sensaciones de olor.
El cerebro utiliza un mecanismo de “codificación de tiempo” para identificar olores. Cada olor corresponde a una combinación particular de moléculas captadas por diferentes receptores. Esta codificación temporal permite al cerebro diferenciar rápidamente entre olores cercanos, incluso cuando se perciben en apenas unos milisegundos.