La existencia del astrofísico belga se ha convertido en un infierno. La medicina que supuestamente curaría su enfermedad multiplicó por diez sus efectos.
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Periodista
Por Myriam BruPublicado el 11/06/2024 a las 06:00
Tiempo de lectura: 6 min
Hasta entonces, tenía la cabeza en las estrellas… Los años 2000 convirtieron al astrofísico belga Michaël Gillon en un científico reconocido internacionalmente, en particular por su descubrimiento del sistema exoplanetario TRAPPIST-1 y por haber desarrollado el proyecto SPECULOOS con el objetivo de detectar potencialmente planetas habitables. Pero en 2021, su vida personal da un giro total. Ya no es el peso de la Tierra lo que el director de investigación del FNRS lleva sobre sus hombros, sino el de los terribles efectos secundarios que le inflige el ”
agonista de la dopamina
» (DA) que le fue prescrito para tratar el “
síndrome de piernas inquietas
» que sufre desde hace años. Lo que sigue entonces, para el científico de Lieja, es una lucha diaria para mantener las ganas de vivir…
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