Maurice Maggi (1955-2024): Que las semillas crezcan

Maurice Maggi (1955-2024): Que las semillas crezcan
Maurice Maggi (1955-2024): Que las semillas crezcan
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Nro. 40 – 3. octubre 2024

Sí, gracias a él Zúrich se ha vuelto más colorida. Pero la ciudad no sólo le debe algunos bonitos parterres de flores, sino también ideas que van desde lo ecológico hasta lo sociopolítico.

En 1984, el jardinero paisajista Maurice Maggi esparció por primera vez semillas de flores en sus paseos por la ciudad. Pronto aparecieron malvas en lugares inesperados, misteriosos y delicados. Sembradoras silvestres, flores silvestres: Maggi fue un pionero suizo, comparable a Harald Nägeli con sus graffitis. Maggi hizo esto durante cuarenta años; Después de las malvas, esparció muchas otras semillas silvestres, desde milenrama hasta salvia de pradera. Ahora existe el término internacional “jardinería de guerrilla” y el algo domesticado y quizás aburguesado “jardinería urbana”.

El uso cuidadoso del entorno natural le llevó de las flores silvestres a la cocina. Debería ser sostenible, estacional y utilizar recursos locales, “de punta a punta”. ¿Qué no se puede hacer con las flores y hierbas en las zonas urbanas? Maggi trabajó como chef en varios restaurantes en Stör, también en Brooklyn, pero sobre todo en Zurich. Ha escrito libros de cocina peculiares, “Edible City” (2014), “Simple Variety” (2016) y el libro de cocina infantil “Misch und Masch” (2018). Pero su preocupación iba más allá, apuntaba a un entorno más bello para una vida mejor, una ecología local en comunidades y cooperativas, porque: “La movilidad es la perdición de las personas”. Por otro lado, el objetivo era llevar la vida rural a la ciudad, no de forma nostálgica, sino con visión de futuro.

Maggi y sus ideas pronto llegaron al público e incluso a cierta prominencia. Organizó giras, dio conferencias y fue reconocido como un experto. Sus ideas encontraron un terreno fértil tanto entre los particulares como entre la ciudad de Zurich. Las malvas florecen, las hierbas silvestres crecen en instalaciones privadas y en cajas municipales estándar. Todavía quedan muchos pisos sellados. Zúrich todavía tiene mucho que aprender sobre lo ecológico, Maggi estaba molesto y siempre tenía sugerencias muy concretas, que defendía con obstinación y a veces de manera desafiante.

Maurice Maggi, que padecía durante mucho tiempo una enfermedad autoinmune, falleció la semana pasada a la edad de 69 años. Se ha anunciado un último libro para noviembre: “Sopa. Una declaración de amor”. Otro legado para una vida más significativa.

Stefan Howald

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