El cambiante calendario de la Fórmula 1 continúa despertando emociones, particularmente con su aparente estrategia de reducir el número de carreras europeas a solo ocho, una medida confirmada por el presidente del Gran Premio de Bélgica, Melchior Wathelet. Con Spa-Francorchamps asegurando un contrato de rotación hasta 2031, la medida refleja las ambiciones de expansión global de la F1, pero también genera preocupaciones entre los fanáticos que ven a Europa como el corazón del deporte.
El contrato Spa: una nueva era
Spa-Francorchamps acogerá el Gran Premio de Bélgica en 2026, 2027, 2029 y 2031, adoptando un modelo de rotación en lugar de una presencia anual. Wathelet expresó su satisfacción con el acuerdo, pero reconoció las difíciles discusiones:
“La Fórmula 1 sólo quiere ocho grandes premios en Europa”, señaló, destacando la dificultad de conseguir un contrato a largo plazo.
Actualmente, la F1 tiene 10 carreras europeas en el calendario, pero los mecanismos de reducción se hacen evidentes. La extensión de un año del GP de Holanda hasta 2026 y la posible rotación del Circuito de Barcelona-Catalunya con Spa después de 2027 podrían reducir el número de carreras europeas para alinearse con el supuesto objetivo de la F1.
La expansión global de la F1
La reducción de las carreras europeas coincide con la creciente popularidad de la F1 en todo el mundo. Nuevas sedes como Ruanda, Sudáfrica, Corea del Sur y Argentina están compitiendo por un lugar en el calendario, mientras que el director ejecutivo Stefano Domenicali ha insinuado que podría haber carreras europeas rotativas para adaptarse al crecimiento global.
Esta estrategia se alinea con la cuota de la F1 de 24 carreras por temporada, que se alcanzó en 2024, y el deseo de distribuir el calendario en mercados diversificados. Sin embargo, el plan ha generado críticas de los fanáticos que temen que se sacrifiquen circuitos icónicos en favor de lugares menos tradicionales.
Inversión y desafíos del spa
La inclusión continua de Spa en la F1 tiene un alto coste. Antes de la carrera de 2024, se realizaron importantes inversiones para mejorar las instalaciones, incluidas mejoras de seguridad, lo que ayudó a atraer una audiencia récord de 380.000 espectadores. Pese a ello, el evento registró unas pérdidas de 3 millones de euros.
Las subvenciones del gobierno valón, que anteriormente apoyaba el evento, serán limitadas en el futuro. Wathelet se mantiene optimista y afirma:
“El monto es mayor a partir de 2026, pero es un aumento del 3 al 4 por ciento. Pensamos que eso era razonable. »
El debate: tradición versus globalización
La decisión de reducir las carreras europeas pone de relieve un debate más amplio dentro de la F1. Si bien la expansión a nuevos mercados ofrece oportunidades financieras y una audiencia global, corre el riesgo de alienar a los fanáticos de toda la vida que aprecian las sedes tradicionales de este deporte.
Spa, con su rica historia y emocionantes carreras, encarna este conflicto. Wathelet insinuó que el acuerdo rotativo de Spa podría ampliarse si no se materializan nuevas carreras, sugiriendo flexibilidad frente a las presiones financieras y de los fanáticos.
Conclusión: un acto de equilibrio
El deseo de la F1 de limitar el número de carreras europeas refleja su estrategia de globalización, pero debe actuar con cuidado para preservar su herencia. Spa-Francorchamps sigue siendo una piedra angular del deporte y, si bien su estatus rotacional garantiza su presencia, este movimiento señala un cambio en las prioridades que podría redefinir la esencia de la Fórmula 1.
La pregunta ahora es si la F1 puede equilibrar su ambición de crecimiento global con las tradiciones profundamente arraigadas que han definido el deporte durante décadas. Sólo el tiempo dirá si esta estrategia logrará mantener a los fanáticos interesados o dejarlos añorando la era dorada del dominio de la F1 europea.