Mientras muchos municipios esperan con impaciencia la llegada de la fibra óptica, el de Fanlac estará equipado con ella a partir de 2022. Los vecinos estaban encantados, sobre todo porque muchos hogares permanecían en la llamada zona blanca. Pero ahora, desde el apego a la fibra, las decepciones se han multiplicado. Las caídas repetidas de árboles o ramas sobre cables aéreos dañan el equipo, provocando cortes regulares de la red.
El 18 de octubre gran parte del pueblo amaneció sin teléfono, Internet ni televisión. Las reparaciones debían realizarse en un plazo de seis días, pero al final sólo unos pocos hogares recuperaron la conexión. Para otros, el recorte duró dos semanas, o incluso un mes para algunos.
Sólo en la ciudad de Fanlac se cortaron unas 200 líneas. 14 de diciembre, repetir. Hoy en día, algunos hogares todavía no han encontrado Internet. Y la red de comunicaciones del ayuntamiento acaba de ser restablecida, el jueves 9 de enero.
“Mal cálculo”
A nivel de aldea, sólo el 10% de la fibra está enterrada, el resto de la red está aérea. Laurent Beyney, vecino de la ciudad, denuncia recortes recurrentes. “Ciertamente por razones de economía, los responsables optaron por pasar la fibra por encima, porque el coste es menor que enterrarla, sabiendo que los viejos cables equipados con cobre los hacían más resistentes que los nuevos”, explica.
“Es un mal cálculo, las reparaciones acaban costando más que si hubieran enterrado todas las líneas. El resultado: en una parte del pueblo, regularmente aislada del mundo, no hay medios de comunicación, lo que causa numerosos problemas a las personas mayores que no pueden avisar a los servicios de emergencia o a las personas que trabajan desde casa. »
“Llamé a varias personas de todos los niveles, a funcionarios electos, al director del Périgord Numérique, Jean-Philippe Sautonie. A día de hoy sigo esperando una respuesta”, concluye Laurent Beyney.
Contactada el miércoles 8 de enero, la alcaldesa Anne Roger confirmó los hechos y añadió que el problema proviene del paso de líneas aéreas que atraviesan zonas boscosas.