Aunque el pescado es uno de los alimentos más saludables de las mesas francesas, su consumo no está exento de riesgos. ¿La razón? La posible presencia de mercurio en determinadas especies, considerada por la OMS como una sustancia química de extrema preocupación para la salud pública.
¿Son los peces verdaderos venenos para nuestra salud? No lleguemos a esa conclusión. Sin embargo, hay que tener cuidado con el consumo excesivo de determinadas especies silvestres, que sin saberlo absorben mercurio, recuerda L’Internaute. Entre estos pescados, uno no puede faltar en nuestros platos: la muy popular dorada. También en la lista están el pez espada, el marlín, el granadero, la lubina, el tiburón o el atún.
Baja en grasas pero rica en proteínas, omega-3 y minerales esenciales, la dorada es una opción saludable y equilibrada, pero con la que hay que tener un poco más de cuidado. “Si antes recomendaba el pescado salvaje en la dieta por su contenido en omega 3, ahora aconsejo a los pacientes que tengan cuidado: estos últimos, a diferencia del pescado de piscifactoría, tienen un mayor riesgo de intoxicarse con mercurio.“, presentó a Medisite la dietista nutricionista Alexandra Retion.
Come pescado: ¡fresco y dos veces por semana!
En la revista científica Analytical and Clinical Toxicology, Marie Martin del hospital Raymond-Poincaré de Garches explica que “Los efectos adversos para la salud del consumo de alimentos o agua contaminados con metales varían según la cantidad consumida, la duración de la exposición y la edad.“. Los siguientes efectos son: “deterioro de las funciones renal, hepática, cognitiva y de la capacidad reproductiva, hipertensión, cambios neurológicos, daños en la piel y cánceres“.
Santé Publique France recomienda comer pescado sólo dos veces por semana, alternando el consumo de una especie magra, como la dorada, con una especie grasa como el salmón y “variando las especies y los caladeros“. Comer pescado, pero de buena calidad obviamente: se prefiere una pieza fresca procedente de pesca sostenible.
