Según nuestra información, tres farmacias quedaron completamente destruidas y varias otras sufrieron graves daños. Si bien el acceso a medicamentos y atención básica es posible, las autoridades temen el desarrollo de enfermedades relacionadas con el agua, como el cólera, la fiebre tifoidea y la gastroenteritis. Los profesionales sanitarios presentes en el lugar están alarmados por el empeoramiento de las condiciones de salud.
En un mensaje publicado en X, Carine Wolf-Thal, presidenta de la Orden Nacional de Farmacéuticos, expresó su apoyo a los habitantes de la isla: “ Mientras nos llegan imágenes terribles, deseo brindar todo mi apoyo a los habitantes de Mayotte que se enfrentan al ciclón más violento que ha azotado la región en un siglo. Pienso especialmente en nuestros hermanos y hermanas farmacéuticos. »
Un riesgo para la salud en aumento
En gran parte de la isla falta agua potable. Una parte importante de la población se ve obligada a recurrir a fuentes no seguras, como pozos o ríos. El cólera, que ya había aparecido en la isla entre febrero y julio de 2024, bien podría resurgir. Más de 200 personas resultaron entonces infectadas. Las autoridades sanitarias también temen mayores riesgos de transmisión del dengue o chikungunya relacionados con el calor persistente y la presencia de agua.
Llamados a la solidaridad y a la acción urgente
Ante esta crisis sin precedentes, los llamamientos a la solidaridad nacional e internacional están aumentando. Varias ONG, así como equipos de respuesta, comenzaron a acudir en masa a la isla para proporcionar agua potable, medicamentos y equipo médico de emergencia. Las autoridades locales también piden refuerzos, tanto para la atención médica como para los esfuerzos de reconstrucción.
En esta etapa, la prioridad sigue siendo contener la propagación de epidemias y garantizar un acceso rápido a la atención. La situación en Mayotte es extremadamente preocupante y serán necesarios meses de trabajo para reconstruir la isla y restablecer sus infraestructuras esenciales.
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