Entre ritmos frenéticos y la búsqueda del rendimiento, los disruptores del sueño están cada vez más presentes en nuestro día a día. Las bebidas energéticas, los inhalables, el alcohol y otros estimulantes pueden parecer inofensivos, pero perjudican profundamente la calidad del descanso. Estas sustancias estimulan el sistema nervioso, retrasan el sueño e interrumpen el sueño profundo, fundamental para la recuperación. Descubre los cinco principales enemigos de tu noche y los efectos furtivos que pueden tener en tu salud.
Un estudio noruego publicado en la revista BMJ Open revela que el consumo de bebidas energéticas se asocia con una mala calidad del sueño e incluso con el insomnio entre los estudiantes. La encuesta abarcó la salud y el bienestar de más de 53.000 adultos de entre 18 y 35 años. Los participantes respondieron preguntas sobre su consumo de bebidas energéticas, hábitos de sueño, dificultad para conciliar el sueño y duración del sueño. Y los resultados muestran que los estudiantes que consumen bebidas energéticas duermen una media de 30 minutos menos por noche en comparación con aquellos que no las consumen o las consumen ocasionalmente. Los investigadores también encontraron un aumento en los despertares nocturnos y la dificultad para conciliar el sueño entre los consumidores habituales. En Francia, el último estudio sobre estas bebidas data de 2011: realizado por la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Ambiental y de Salud Laboral (…)
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