LO ESENCIAL
- Las mujeres expresan expectativas específicas respecto de la salud. Su primera prioridad es tener acceso garantizado a un médico tratante, seguida de la necesidad de profesionales competentes, atentos y confiables.
- “La salud de las mujeres sigue siendo un tema subestimado y en gran medida tabú, pero es un proyecto colectivo que no puede esperar más”, afirmó. El colectivo “Mujeres de la Salud” convoca a una movilización general para escuchar, sensibilizar y actuar a favor de las mujeres.
- Una vez más este año, la Asamblea General sobre la Salud de la Mujer puso sobre la mesa temas candentes.
Durante esta cuarta edición organizada por el colectivo “Mujeres de salud”, dedicado al lugar de la mujer en el sector sanitario profesional, Anne-Marie Pernet presentó los resultados del último barómetro, realizado en colaboración con el instituto de encuestas CSA. Y lo menos que podemos decir es que las cifras hablan por sí solas: entre resiliencia y preocupaciones”,La salud de la mujer sigue siendo un proyecto abierto.”.
Un diagnóstico mixto
Cuando se pregunta a las mujeres francesas si se consideran buenas de salud, el 88% responde espontáneamente que sí. Pero tan pronto como introduzcamos la definición estricta de salud según la OMS – “un estado de bienestar físico, mental y social” –, esta cifra cae al 82%. Esta diferencia ilustra una cosa: muchas mujeres minimizan el impacto de su salud mental o social en su evaluación.
Peor aún, las cifras muestran que casi 6 de cada 10 mujeres afirman tener un problema de salud, un aumento en comparación con el año pasado. Y entre los que dicen gozar de buena salud, más de la mitad tiene problemas de salud, a veces graves. La resiliencia femenina, a menudo elogiada, tiene un inconveniente: una negación parcial de los problemas de salud reales.
Áreas de preocupación
El barómetro revela que un número significativamente menor de mujeres que padecen trastornos de salud mental afirman gozar de buena salud. A esto se suman grandes obstáculos para hablar de ello: al 33% de las mujeres les resulta difícil hablar de su salud con un médico, sobre todo por vergüenza o miedo a no ser escuchadas.
Casi el 66% de las mujeres que padecen enfermedades crónicas o requieren seguimiento por su salud mental no están satisfechas con la atención que reciben. Para qué ? Débil trato, falta de escucha, diagnóstico tardío… Las razones abundan. La observación es clara: los profesionales de la salud deben redoblar sus esfuerzos para recuperar la confianza de los pacientes.
Otro punto llamativo: la dificultad de hablar de la propia salud sigue siendo un tema tabú. Casi el 46% de las mujeres encuentra complicado hablar de sus problemas de salud con sus allegados, a menudo para no preocuparlas. Entre los más jóvenes, a menudo es una cuestión de vergüenza.
¿Una sociedad poco preocupada?
El barómetro denuncia una flagrante falta de implicación de las empresas y de la sociedad en general en la salud de las mujeres. El 55% de los encuestados cree que su empresa no hace lo suficiente en materia de prevención, y el 44% cree que la sociedad no se preocupa por su salud, una proporción creciente.
Prioridades expresadas por las mujeres
Las prioridades expresadas por las mujeres son claras. Para el 64% de los encuestados, el acceso a un médico de cabecera es una prioridad absoluta. También quieren profesionales de la salud competentes, atentos y fiables que sean capaces de tener en cuenta sus necesidades. Por último, exigen mejor información y sensibilización. Las mujeres quieren que sus contactos de confianza les orienten mejor sobre su salud.
¿Y ahora?
Este barómetro de 2024 ofrece una opinión contrastante: revela la fuerza y la resiliencia de las mujeres ante sus problemas de salud, al tiempo que señala las deficiencias de un sistema sanitario que no responde plenamente a sus expectativas. Al mismo tiempo, pone de relieve una sociedad que todavía tarda demasiado en reconocer y tener en cuenta sus necesidades específicas.
Anne-Marie Pernet lo resume así: “ La salud de la mujer sigue siendo un tema que con demasiada frecuencia se descuida y está rodeado de tabúes. Sin embargo, se trata de una cuestión colectiva urgente. Escuchar, concienciar, actuar: ahora es el momento de actuar. »