En junio de 2022, una mujer de 41 años que vivía en Beijing consultó a un médico por una sensación extraña en el ojo derecho. Lo que parecía una irritación menor se convirtió en un raro y sorprendente descubrimiento médico: gusanos parásitos que vivían debajo de su párpado superior. Este caso único arrojó luz sobre una enfermedad poco conocida y planteó interrogantes sobre los vínculos entre la salud humana y animal.
Síntomas inusuales que empeoran.
Todo empezó con un malestar persistente. Cuando los médicos examinaron el ojo de la paciente, encontraron que su córnea parecía ligeramente dañada, posiblemente debido a una irritación. Para aliviar sus síntomas y prevenir cualquier infección, le recetaron gotas para los ojos antes de enviarla a casa. Sin embargo, un mes después la mujer regresó con el ojo enrojecido e hinchado, con sensación persistente de cuerpo extraño.
Durante un examen exhaustivo, los médicos descubrieron un inflamación debajo del párpado superior. Tras una inspección más cercana, hicieron un descubrimiento inesperado: cuatro versos en blanco retorciéndose bajo el tejido ocular inflamado. Este descubrimiento condujo naturalmente a una rápida intervención. Después de anestesiar la zona, los médicos eliminaron los parásitos con unas pinzas finas y enviaron las muestras al laboratorio para su identificación.
El gusano ocular oriental, un parásito sorprendente
Los análisis revelaron que los gusanos pertenecían a la especie Thelazia callipaedatambién conocido como gusano ocular oriental. Este parásito es responsable de una enfermedad llamada thelazioseuna infección ocular que afecta principalmente a los animales, incluidos el ganado vacuno, los perros y los gatos. Las larvas del parásito son transmitidas por moscas que se alimentan de lágrimas de animales. Estas larvas se asientan en los ojos, donde se desarrollan hasta convertirse en adultos capaces de poner otras larvas. Luego son absorbidos por una mosca, perpetuando así el ciclo.
Aunque los casos humanos son raros, generalmente ocurren en personas que viven cerca de animales infectados o en áreas agrícolas. Los síntomas incluyen picazón, hinchazón de los ojos, formación excesiva de lágrimas y, en casos graves, úlceras oculares o incluso ceguera. A nivel mundial, China tiene el mayor número de casos humanos reportados, con 653 infecciones documentadas entre 1917 y 2018.
Transmisiones complejas y zonas grises
En este caso específico, los médicos no pudieron identificar definitivamente cómo el paciente contrajo el parásito. Como empleada de oficina, no tenía ningún recuerdo reciente de haber tenido contacto directo con moscas. Sin embargo, su gato, un americano de pelo corto, padecía una enfermedad ocular, lo que puede haber influido. Desafortunadamente, el dueño se negó a permitir que el animal fuera examinado, dejando esta hipótesis sin confirmar.
Este caso pone de relieve la complejidad de la transmisión de Thelazia callipaeda y los desafíos de prevenir tales infecciones. También nos recuerda que incluso los entornos urbanos no están completamente libres de riesgos.
Tratamiento y recuperación
Una vez eliminados los parásitos, el paciente recibió una ungüento antibiótico aplicar diariamente para prevenir cualquier infección bacteriana secundaria. Una semana después de iniciar el tratamiento, sus síntomas habían mejorado significativamente. Dos meses después, la infección parecía estar completamente curada. Este feliz resultado ilustra la importancia del diagnóstico y tratamiento rápidos de infecciones raras pero potencialmente graves.