Desde principios de 2024, diecisiete personas han muerto a causa de la tos ferina.
Entre ellos, trece bebés de uno a dos meses y un niño de cuatro años.
En la mayoría de los casos, quienes los rodeaban no estaban vacunados.
La situación es alarmante. En 2023, se registraron casi 15.000 casos de tos ferina en seis meses. Esto es casi treinta veces más que todo el año anterior. El número de muertes ha aumentado a diecisiete personas desde enero, incluidos trece bebés de uno a dos meses, un niño de cuatro años y tres personas mayores de 85 años.
Si bien los recién nacidos son los más vulnerables, los médicos señalan que se les puede proteger. “Si una mujer está embarazada hoy, para proteger a su recién nacido, lo más efectivo es que se vacune a partir del octavo mes”explica la profesora Anne-Claude Crémieux. “La vacuna provocará un alto nivel de anticuerpos que podrá transmitir al recién nacido antes de que tenga la oportunidad de ser vacunado”explica el especialista en enfermedades infecciosas como podemos ver en el informe que encabeza el artículo.
Una enfermedad muy contagiosa
También es importante que quienes rodean al recién nacido estén al día con la vacuna. La tos ferina es una enfermedad respiratoria con un síntoma muy específico. “Ataques de tos con una inhalación ruidosa que produce un silbido llamado canto del gallo. Tosemos tanto que tenemos dificultad para respirar entre los ataques de tos”.explica el profesor Sylvain Brisse, director del centro nacional de referencia para la tosferina del Instituto Pasteur.
La tos ferina, muy contagiosa, se transmite por el aire. En vísperas de las grandes concentraciones en torno a los Juegos Olímpicos, las autoridades sanitarias piden vacunación y sentido común. Si la tos persiste más de una semana, consultar y no dudar en usar mascarilla.
