El pato ha pasado por varias crisis relacionadas con la gripe aviar altamente patógena que provocaron una caída de la producción y la desaparición de sus mercados. La vacunación para la temporada 2023-2024 ha permitido volver a la producción, pero las preguntas siguen sin respuesta.
Los costes de producción, que han aumentado debido a un contexto geopolítico complicado y al aumento del coste de las materias primas, un mercado de distribución colapsado, grandes stocks y nuevas normas en materia de vacunación contra la gripe aviar altamente patógena, son puntos que dejan a la industria del pato en la incertidumbre de un futuro pacífico. “ Debes saber que somos los únicos que vacunamos, nosotros los criadores de patos. Por otra parte, toda la avicultura francesa está protegida por esta ley de vacunación. Sin embargo, somos los únicos que pagamos el resto a costa del sector que garantiza la seguridad de todos. “, remordimientos Bernard de la Morinière criador de patos en el conde de Clairville en Saint-Brieuc-des-Iffs en Ille y Vilaine.
Recordemos que, según las cifras facilitadas por la DGAL (Dirección General de Alimentación) para la primera campaña de vacunación, en seis meses se vacunaron 29 millones de patos y el sector apoyó 6,5 millones de euros, para un total de más de 42,5 millones de euros. Este último calculó que esto representa 22 céntimos de euro por pato para un peso medio de 4 kilos, o un coste de 60 euros por tonelada de peso vivo soportada por el sector.
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