A -90°C, nuestro cuerpo sufre un choque térmico extremo. Pero detrás de este intenso frío, surgió un descubrimiento… sobre nuestro sueño.
Recientemente se ha estudiado la crioestimulación, un método que expone el cuerpo a temperaturas bajo cero durante unos minutos, por sus efectos sobre la calidad del sueño. Investigadores de las Universidades de Poitiers y Montreal Probó este enfoque en 20 adultos jóvenes sanos. salud. ¿El objetivo? Observa como el frío El extremo influye en las fases más reparadoras del sueño.
Durante el experimento, los participantes fueron expuestos diariamente a -90°C durante cinco minutos, en cámaras especializadas. Protegidos por ropa y complementos minimalistas para evitar la congelación, siguieron este protocolo durante cinco días consecutivos. Los resultados revelaron cambios significativos en su arquitectura del sueño. El sueño de ondas lentas, una fase clave para la regeneración físico y mental, aumentado en promedio siete minutos por noche después de la crioestimulación. Esta mejora es particularmente interesante porque ocurre durante los ciclos de sueño que son más importantes para la recuperación.
Además, los participantes reportaron una mejor calidad percibida de su sueño. Las mujeres, en particular, mostraron mejoras más marcadas. Su nivel de ansiedad también disminuyó, de 43 a 38 puntos de media. Estos resultados ponen de relieve respuestas diferenciadas en función del sexo, un aspecto aún poco explorado en este ámbito.
Olivier Dupuy, uno de los investigadores detrás del estudio, precisa que estos efectos beneficiosos no son inmediatos. Requieren varias exposiciones sucesivas al frío, lo que subraya la importancia de la regularidad para obtener resultados tangibles.
Si estas observaciones se refieren a personas sanas, los investigadores creen que la crioestimulación podría resultar aún más beneficiosa para las personas que padecen trastornos del sueño. También se prevén posibles aplicaciones en el tratamiento de la inflamación crónica, la mejora de la recuperación deportiva o el apoyo a personas con demencia luz.
En algunos países como Polonia, la crioestimulación ya está integrada en los sistemas de salud públicos. Aunque todavía está emergiendo en otras regiones, este método abre nuevas perspectivas en medicamento y en fisioterapia, según los autores del estudio publicado en criobiología.
Los próximos pasos incluyen estudios más amplios para explorar los efectos a largo plazo y comprender mejor los mecanismos biológicos en juego. Una cosa es segura: el frío, lejos de ser un simple inconveniente, podría convertirse en un aliado inesperado para un sueño reparador.