Es un hábito que parece inofensivo y que muchos compartimos: ir al baño con el smartphone y aprovechar ese momento de “tranquilidad” para navegar por las redes sociales. Pero es un hábito contra el cual la gastroenteróloga estadounidense Robynne Chutkan, entrevistada por la revista Parade, protesta porque, además de que ciertas bacterias como la E.Coli aman tu teléfono inteligente, también pueden provocar diversas complicaciones gastrointestinales.
Un mal mensaje enviado al intestino
“Sentarse en el inodoro durante demasiado tiempo envía un mensaje a su sistema nervioso central, así como al segundo cerebro en su intestino, llamado sistema nervioso entérico, de que tiene mucho tiempo. Y esto puede interferir con el mensaje que se envía a través de del cerebro al recto, para coordinar el movimiento de los músculos implicados en el tránsito intestinal”. El especialista recuerda que para no sufrir estreñimiento hay que entrenar los músculos y los nervios “sentándose en el inodoro, intentando expulsar las heces y luego levantándose”. Sin embargo, si un teléfono inteligente entra en la ecuación, te hace perder la noción del tiempo. “Es útil establecer un límite de tiempo de 5 a 10 minutos, y si no ha defecado en ese tiempo, vuelva a intentarlo más tarde”.
Cuidado con el riesgo de hemorroides
Además del riesgo de estreñimiento, pasar demasiado tiempo en la tapa del inodoro ejerce (…)
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