Adictivos en el consumo senegalés: los niños siguen siendo los más expuestos

Adictivos en el consumo senegalés: los niños siguen siendo los más expuestos
Adictivos en el consumo senegalés: los niños siguen siendo los más expuestos
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Los aditivos se han vuelto muy presentes en el consumo de los senegaleses. Los académicos se han interesado por los peligros potenciales de ciertos alimentos reservados para los niños, como las galletas, las bebidas y las patatas fritas que se consumen en las escuelas. Trabajo que se enmarca en la tercera Jornada Científica de Seguridad Alimentaria, organizada el pasado miércoles, por la Facultad de Medicina, Farmacia y Odontostomatología de la Universidad Cheikh Anta Diop (Ucad) de Dakar, en colaboración con el Comité Nacional del Codex Alimentarius, sobre el tema “Seguridad alimentaria: preparémonos para lo inesperado“.

Los académicos Ndèye Yacine Ndiaye, Serigne Saliou Niang y Mady Cissé llevaron a cabo la restitución de su estudio sobre el “Aditivos alimentarios: consumo y peligros potenciales en galletas, bebidas y patatas fritas consumidas en las escuelas“. Los resultados de la encuesta cubren una muestra de veintisiete (27) escuelas primarias y secundarias, incluidas once (11) privadas y dieciséis (16) públicas y con cincuenta (50) estudiantes por escuela; es decir, 1350 respuestas.

Este último informó que en las tres (3) categorías de productos alimenticios, las menciones en el etiquetado indican de 3 a 7 aditivos para galletas, de 4 a 16 para bebidas, para “papas fritas” No hay información precisa, sus etiquetas mencionan la presencia de aditivos sin nombrarlos. En cuanto a los aditivos alimentarios utilizados, estos académicos indican que son naturales o sintéticos y algunos no están autorizados en la categoría introducida. Y para los autorizados, las especificaciones no son verificadas por el sistema de control.

EL RANGO DE EDAD DE LOS NIÑOS DE 7 A 10 AÑOS, LOS GRANDES CONSUMIDORES

Hablando del grupo de edad, el estudio presentado en el marco de la tercera Jornada Científica de Seguridad Alimentaria, organizada el pasado miércoles por la Facultad de Medicina, Farmacia y Odontostomatología de la Universidad Cheikh Anta Diop (Ucad) de Dakar, en colaboración con el Codex Alimentarius Nacional Comité, sobre el tema “Seguridad alimentaria: preparémonos para lo inesperado”, señala que se trata del grupo de niños de entre 7 y 10 años, que son los principales consumidores de cada categoría de alimentos, y del “8 años” mayoría.

Del estudio se desprende que una tasa del 64% de los encuestados consume los tres productos al día; 66 a 74% dos productos por día. La evaluación de un estudiante que consume tanto las tres categorías de productos como la primera marca de cada categoría revela la presencia de veinte (20) aditivos.

ALERGIA, HIPERACTIVIDAD, OBESIDAD, HIPERTENSIÓN DE EMBOSCADA

Según estos actores, el objetivo de este estudio es doble porque permite identificar y verificar la autorización de aditivos alimentarios, incluidos conservantes, colorantes, emulsionantes, edulcorantes y reguladores de acidez, incorporados en galletas, bebidas y patatas fritas consumidas por los niños en las escuelas, pero también para determinar el consumo acumulado por niño y los peligros potenciales asociados al mismo. Para estos académicos, el estudio demostró la combinación de dieciséis (16) aditivos en una sola bebida y la presencia del mismo aditivo en los dos o tres grupos de productos estudiados. “Esto constituye un alto riesgo de exceder la ingesta diaria admisible expresada en mg/kg de masa corporal/día”, declararon, en la conclusión del trabajo.

Además, también consideraron que algunos de ellos, incluidos los colorantes azoicos, como el amarillo FCF, y los numerosos edulcorantes artificiales presentes en las bebidas, son objeto de controversia, debido a posibles efectos sobre la salud como alergia, hiperactividad, obesidad e hipertensión. “Su uso en las industrias agroalimentarias tiene una gran importancia tecnológica, pero los riesgos planteados por científicos y grupos de consumidores podrían provocar la aparición crónica de enfermedades”, concluyeron.

MÁS DE 200 ENFERMEDADES SON CAUSADAS POR ALIMENTOS CONTAMINADOS

Recordemos simplemente que un aditivo alimentario es una sustancia añadida voluntariamente con fines tecnológicos y, por tanto, en cantidad y calidad conocidas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, una de cada diez personas en el mundo enferma tras consumir alimentos contaminados y más de 200 enfermedades son causadas por alimentos contaminados.

Para el Dr. Jean Marie Vianny Yaméogo, representante residente de la OMS en Senegal, este elevado número de víctimas podría evitarse si se toman medidas audaces para garantizar la seguridad alimentaria.

En esta lucha por tener alimentos saludables, el presidente del Comité Científico del 3th Día de la Seguridad Alimentaria (SSA), el profesor Serigne Oumar Sarr, declaró: “Se reconoce unánimemente que la seguridad alimentaria se basa en la ciencia”. Y preguntarse: “¿Cuál es el aporte de los científicos en el desarrollo de estándares? ¿Cómo se desarrollan y validan las normas alimentarias? Entre limitaciones analíticas, toxicidad, motivaciones sanitarias o comerciales, ¿qué motiva la normativa? Para él, son muchas las preguntas que desafían a los investigadores y a las que deben encontrar respuestas adecuadas para apoyar científicamente la toma de decisiones políticas y promover la salud pública, animal y también económica.

Para respaldar mejor su argumento, el profesor Sarr planteó: “En 2008, las fórmulas infantiles contaminadas con melamina afectaron a 300.000 bebés y niños pequeños, incluidas seis muertes, sólo en China. Este fraude lácteo no pudo detectarse mediante la clásica prueba de Kjeldahl, que no especifica fuentes de nitrógeno no proteicas. ¡Lo cual nos recordó la necesidad de contar con métodos analíticos válidos que, entre otras especificidades, tengan precisión y confiabilidad comprobadas!”

Y para agregar: “La investigación en el campo de la ASS debe impulsarse aún más mediante colaboraciones, mecanismos de financiación innovadores y la organización de eventos científicos que permitan a estudiantes e investigadores jóvenes y experimentados intercambiar, compartir sus experiencias y visiones, producir datos factuales en los laboratorios y en el campo para “Garantizar la calidad sanitaria de los alimentos y controlar mejor los riesgos para la salud relacionados con los alimentos”..

Denise ZAROUR MEDANG

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