[Les facteurs d’adhésion à l’activité physique]

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No siempre es fácil motivarse para practicar actividad física, a pesar de los beneficios para la salud. Con motivo de la Semana Nacional de Prevención, descubre aquí algunos consejos e ideas para empezar.

Hoy en día son bien conocidos los efectos beneficiosos de la práctica de actividad física o deporte, en particular para la prevención de la diabetes y para las personas que padecen la enfermedad. Sin embargo, no siempre es fácil empezar, ni mantener una actividad en el tiempo. Como comentábamos anteriormente las dificultades para iniciarse, también existen determinantes sociales que favorecen la iniciación y mantenimiento de actividades físicas y deportivas de las personas con diabetes.

¿Cómo sostener tu práctica?

SI tienes diabetes y practicas actividad física o deporte, probablemente lo hagas por los beneficios que esta práctica tiene para tu salud. Pero sin duda este no es el único motivo, y existen otros factores motivadores, como por ejemplo el interés personal que cada uno puede encontrar en ello, el placer, el bienestar o incluso el vínculo social.
Si inicia una práctica sólo porque un médico o alguien cercano a usted se lo recomendó, hay pocas posibilidades de que pueda mantener esta actividad en el tiempo. Lo que funciona mejor es cuando la motivación para realizar una actividad proviene de ti y estás personalmente convencido de su valor. Esto es lo que llamamos “motivación intrínseca”, y es este elemento el que se debe trabajar con los profesionales que te apoyan. Para reforzarlo, puedes por ejemplo interesarte por todos los descubrimientos científicos que se han realizado sobre el tema, son numerosos y fascinantes, ¡te convencerás aún más!
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Otro factor motivador, herramientas como los sensores continuos de glucosa, que te permitirán ver los efectos beneficiosos de una actividad física o deportiva, y también conocerte mejor a ti mismo. Al equiparte con un sensor durante tu actividad, verás los efectos sobre tu nivel de azúcar en sangre en función del ritmo, la duración y la intensidad. Nada mejor que comprobarlo usted mismo para adquirir habilidades y conocimientos sobre su enfermedad. Lo mismo ocurre con los efectos en tu bienestar; es sintiendo lo que te conviene y lo que te hace sentir bien como conseguirás mantener una actividad en el tiempo.

Lo principal: ¡devuelve un poco de movimiento a tu vida!

Para cada uno de nosotros, la práctica de una actividad física o deportiva está ligada a nuestra historia, a nuestro cuerpo y a la imagen que transmitimos a los demás. Cada sesión que se desarrolla en un escenario al aire libre, ya sea al aire libre o en el interior, implica ver y ser visto. Los cuerpos se revelan, se ponen en movimiento, se exponen a las miradas de los demás y a posibles juicios.
Exponer tu cuerpo tiene diferentes implicaciones para cada persona. En este sentido, puede haber cualquier tipo de sensibilidad que depende de las representaciones pero también de las creencias de cada persona. El deporte no es simplemente un determinado tipo de práctica regida por reglas. Es una cultura en sí misma, que tiene sus normas, su lenguaje y sus representaciones del cuerpo, el esfuerzo y la vulnerabilidad. También en este caso todo lo que el deporte transmite en términos de valores y discurso no necesariamente conviene a todos. Por tanto, es fundamental saber qué buscas y dónde están tus preferencias y deseos, para no decepcionarte y correr el riesgo de ver afectada tu motivación.
Lo importante no es tener que practicar un deporte o ejercicio concreto, sino encontrar la manera de poner o devolver el movimiento a tu vida. Así que recuerda que este movimiento debes realizarlo cuando quieras, si lo deseas y de la forma que prefieras. Hay multitud de formas de volver a ponerse en movimiento, ¡y sin necesariamente hacer deporte! Considere bailar, hacer caminatas, hacer jardinería, actividades con hijos o nietos, caminatas, etc.

La marcha nórdica, un ejemplo de dinámica positiva

La marcha nórdica es un buen ejemplo de práctica que favorece múltiples aspectos y no sólo directamente relacionados con la salud. También te permite descubrir un espacio natural o un parque siguiendo una ruta que te permita disfrutar de la naturaleza. Practicado en grupo, también favorece el intercambio y el debate, ya sea con otras personas que padecen una enfermedad crónica o con un supervisor, permitiendo así la educación sanitaria y el intercambio de conocimientos. Se puede hacer al ritmo de cada uno, y se puede adaptar a todos los niveles.
Todos estos aspectos hacen de la marcha nórdica una actividad propicia para el bienestar, el intercambio y el descubrimiento. En este contexto, la actividad física ya no es un fin en sí mismo con el único objetivo de mejorar los estándares biomédicos (presión arterial, azúcar en sangre, etc.), sino que se convierte en una palanca para otras dimensiones como el vínculo social, para fortalecer la alianza. con un profesional supervisor, o para reunirse y discutir con otras personas con diabetes. Es precisamente así como una práctica tiene mayores posibilidades de perdurar.

Aquí encontrará algunos recursos para darle ideas en este sentido: la Federación Francesa de Senderismo y la asociación Senderismo y Diabète.

Descubra el testimonio de Roseline, voluntaria de la AFD 44, sobre senderismo y diabetes

La práctica en grupo, una palanca de motivación

Para quienes prefieren actividades colectivas, ya sea en equipo o para practicar con otras personas, las dinámicas de grupo juegan un papel fundamental. La sostenibilidad de una práctica dependerá de la connivencia y las afinidades entre una persona y un supervisor, pero también con los demás participantes. También dependerá de las preferencias de cada persona en relación a las actividades realizadas, el entorno general y el ambiente. Algunos preferirán, por ejemplo, un ambiente acogedor y solidario en un ambiente cálido mientras que otros valorarán el compromiso, la motivación de todos los participantes y el entusiasmo que esto les proporciona.
Acoger a una nueva persona que desea incorporarse a un colectivo puede ser decisivo. Lamentablemente, a veces se produce cierta discriminación, especialmente hacia aquellos que no corresponden a la imagen de un “paciente ideal”, debido a su apariencia. Todos tenemos un papel que desempeñar en la creación de un entorno que promueva la inclusión de estas personas que están más alejadas de la práctica de actividades físicas y deportivas y que podrían beneficiarse más de un apoyo.

Encuentra la actividad para ti

Encontrar la actividad adecuada, en el grupo adecuado, en el momento adecuado para usted y que le haga bien puede resultar complicado, porque la diabetes ya es una enfermedad compleja de controlar en el día a día y que provoca múltiples limitaciones. Sin embargo, la actividad física es un valioso aliado, que puede iniciar o promover una dinámica positiva en tu vida, para frenar o limitar la progresión de la enfermedad. Si aún no ha encontrado la práctica que más le convenga, no se desanime, siga buscándola y discutiéndola a su alrededor. Pueden surgir nuevas oportunidades hablando con amigos o profesionales de la salud, y recuerda que nunca es demasiado tarde para devolver el movimiento a tu vida, ¡sea cual sea la forma!

Un enlace útil para recursos de apoyo: https://www.federationdesdiabetiques.org/diabete/activite-physique/activite-physique-entreprises

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