Medicamentos que toman como rehén al cerebro

Medicamentos que toman como rehén al cerebro
Medicamentos que toman como rehén al cerebro
-

Las personas adictas a drogas como los opioides se obsesionan con su uso, a menudo incluso en detrimento de necesidades fisiológicas básicas como comer lo suficiente. Según un estudio, esta influencia se debe a un secuestro del sistema de recompensa bioquímico del cerebro que hace que el consumo de este tipo de drogas sea más gratificante que el normalmente asociado a la satisfacción de necesidades fisiológicas.

La alteración de la conciencia a través de las drogas es un comportamiento que surgió muy temprano en la historia de la humanidad, como lo demuestra el descubrimiento de tablillas de arcilla que describían el consumo de opio derivado de la amapola dormida (papaver somniferum) hace más de 8000 años en Mesopotamia.

Esta atracción por la amapola proviene de su alto contenido en alcaloides como la morfina que tienen una fuerte acción analgésica, con diferencia la más potente del mundo vegetal.

Al unirse a receptores situados en el sistema nervioso central, las sustancias derivadas del opio (opiáceos) o de los opioides (moléculas no relacionadas con el opio, pero que tienen un efecto farmacológico analgésico similar) impiden que la señal de dolor llegue al cerebro y ayudan a aliviar el dolor.

Adicción mortal

La fuerte acción analgésica de los opiáceos y sus derivados es esencial para aliviar clínicamente varios dolores agudos (postoperatorios, traumáticos, cánceres avanzados).

Por otro lado, el consumo repetido de estas sustancias durante períodos prolongados puede crear un problema grave en algunas personas al provocar tolerancia a los efectos analgésicos, es decir, se requieren dosis cada vez mayores de estas sustancias para conseguir un efecto farmacológico similar.

Esta tolerancia puede provocar dependencia y consumo excesivo de estos medicamentos, lo cual es muy peligroso, porque los opiáceos y opioides provocan en dosis elevadas una inhibición completa de los impulsos nerviosos hacia los pulmones y la muerte por paro respiratorio.

Este peligro se pone particularmente de relieve por la crisis de opioides en América del Norte, provocada por el abuso de ciertos opioides como la oxicodona y el fentanilo, que ha causado decenas de miles de muertes por sobredosis desde 2010.

Cerebro reprogramado

El cerebro cuenta con un circuito de recompensa neurobioquímico, seleccionado durante la evolución para promover conductas necesarias para la supervivencia del individuo y de la especie (beber, comer, reproducirse, entre otras). Por ejemplo, comer una buena comida cuando se tiene hambre provoca la liberación de dopamina, un importante neurotransmisor que genera una señal de placer que fomenta la repetición de la acción.

On soupçonne depuis longtemps que des drogues dures comme les opiacés et opioïdes créent une dépendance en activant ce circuit de la récompense, si bien que le plaisir provoqué par l’usage de ces drogues relègue la satisfaction des besoins physiologiques de base comme se nourrir adéquatement au segundo plano.

Gracias a los resultados de un estudio publicado recientemente en la prestigiosa Cienciahoy entendemos mejor por qué1.

En este estudio, los investigadores utilizaron sistemas modelo para comparar los procesos neuronales activados por la morfina y la cocaína, dos drogas altamente adictivas, con aquellos involucrados en la recompensa de las necesidades fisiológicas básicas (beber, comer).

Primero confirmaron que las drogas y las necesidades básicas activan la misma región del cerebro (núcleo accumbens), donde se encuentra el circuito de recompensa.

Sin embargo, observaron que la exposición repetida a las drogas aumentaba más fuertemente la producción de dopamina en esta región del cerebro y, sorprendentemente, al mismo tiempo alteraba la respuesta positiva normalmente asociada con la satisfacción de las necesidades básicas.

Gracias a enfoques bioquímicos extremadamente sofisticados, los investigadores lograron identificar una proteína llamada RheB (Homólogo de Ras enriquecido en el cerebro) como el principal desencadenante de esta toma de rehenes del cerebro por parte de las drogas.

La eliminación molecular del gen que codifica esta proteína RheB impide que los fármacos provoquen esta satisfacción por encima de la asociada a las necesidades fisiológicas básicas. Por tanto, es posible que la identificación de moléculas que puedan interferir específicamente con esta proteína RheB pueda representar una vía interesante para mejorar el tratamiento de la drogodependencia, para devolver al cerebro el control de sus decisiones, a través de una nueva clase de agentes terapéuticos dirigidos a RheB.

1. Tan B et al. Las drogas de abuso secuestran una vía mesolímbica que procesa la necesidad homeostática. Science, publicado el 19 de abril de 2024.

-

PREV Ideas para un almuerzo proteico
NEXT Estas enfermedades que preocupan a Francia – La Nouvelle Tribune