Desde 2019, el Líbano se ha visto sumido en una serie de crisis socioeconómicas y políticas devastadoras, coronadas por la guerra. La acumulación de estos hechos ha generado un clima de ansiedad generalizada entre la población, planteando el tema del manejo de la salud mental en el país. ¿Cómo afrontan estos desafíos los habitantes del país de los Cedros?
La crisis actual ha dejado profundas cicatrices en la salud mental de los libaneses. La ansiedad, en particular, se ha extendido exponencialmente, reflejando sentimientos generalizados de miedo e incertidumbre. Aunque muchos libaneses recurren a diferentes métodos para reducir el estrés, como la meditación, el deporte o la medicina alternativa, cada vez más personas recurren a soluciones rápidas para aliviar sus miedos. Entre estas soluciones, las benzodiazepinas (ansiolíticos) han ganado popularidad.
¿Cómo usan los libaneses estos medicamentos? ¿Utilizan estos sedantes bajo supervisión médica o como automedicación? Aunque los ansiolíticos pueden proporcionar alivio mental, ¿se usan apropiadamente o son una respuesta riesgosa a problemas subyacentes?
Manejar la ansiedad
Mira*, de unos cuarenta años, comparte su conmovedor testimonio sobre el uso de ansiolíticos en su vida diaria. “Comencé a tomar Xanax hace unos años debido a mis ataques de pánico. Consulté a un psiquiatra que me recetó este medicamento para tratar mi ansiedad, porque los antidepresivos tardan en hacer efecto”, le cuenta a Ici Beirut.
Antes del inicio del conflicto entre Hezbollah e Israel, Mira había logrado reducir su consumo de esta droga. “Pero desde el 23 de septiembre, con la intensificación de la guerra en el Líbano, el ruido de los drones y los bombardeos nocturnos se ha vuelto muy estresante para mí”, confiesa.
Demanda creciente ante las tensiones actuales
Al igual que Mira, muchos pacientes consultan a profesionales de la salud mental. El Dr. Sami Richa, psiquiatra y miembro correspondiente de la Academia Nacional de Medicina de Francia, subraya a Ici Beirut que “hay una fuerte demanda de benzodiazepinas. Algunas personas piden estos medicamentos para aliviar su ansiedad”.
“Actualmente, muchos pacientes se quejan de problemas de sueño y presentan síntomas somáticos”, añade el Dr. Richa. Los adultos y las personas mayores suelen utilizar benzodiazepinas, pero hay una demanda creciente entre los jóvenes, especialmente de dormir, debido a la ansiedad provocada por el ruido de los drones”.
A pesar de la eficacia de las benzodiazepinas para aliviar los síntomas agudos de ansiedad, es crucial enfatizar la importancia de un seguimiento médico riguroso para controlar los efectos secundarios y evitar la dependencia.
“Permanezco bajo supervisión médica con mi psiquiatra, que siempre está atento. Le explico detalladamente los síntomas que padezco en estos momentos difíciles y le informo de cualquier cambio”, confiesa Mira.
las alternativas
Existen varias alternativas para suspender o reducir el consumo de ansiolíticos. Mira comparte con Ici Beirut algunas estrategias que le han funcionado bien. “Cuando dejé el medicamento que estaba tomando, descubrí que caminar y hacer ejercicio eran muy efectivos para ayudarme a hacer ejercicio y no concentrarme en mi ansiedad. Animo a cualquier persona que se encuentre en una situación similar a que no dude en consultar a un especialista, ya sea psiquiatra o psicoterapeuta. Para mí el ansiolítico es una muleta que me ha ayudado a superar momentos difíciles”.
El Dr. Richa comparte una opinión similar a este respecto. Existen alternativas naturales para mejorar el sueño, como la melatonina o una copa de anís antes de dormir. El psiquiatra insiste en que “los síntomas de ansiedad no siempre requieren tratamiento con benzodiacepinas, salvo en casos de síntomas muy fuertes y persistentes”. Según él, hay niveles de ansiedad que no requieren tratamiento inmediato. Por ejemplo, “si uno experimenta dificultades para dormir en una zona afectada por los bombardeos, lo mejor es abandonar esa zona, ya que la medicación no soluciona el origen del problema; la ansiedad suele regresar después de que la droga ha sido eliminada del cuerpo”.
Retos y requisitos de suministro
La escasez de medicamentos y las dificultades de suministro causadas por la crisis económica y las interrupciones logísticas plantean grandes desafíos para quienes dependen de estos medicamentos para controlar su ansiedad.
Su falta de disponibilidad en farmacias ha empujado a los pacientes a optar por genéricos, como es el caso de Mira. “Desde la crisis de 2019 en el Líbano, ha sido difícil conseguir mis medicamentos, pero encontré un medicamento genérico, como el alprazolam, que también me ayuda”.
El Dr. Joe Salloum, presidente del sindicato de farmacéuticos del Líbano, subraya a Ici Beirut que muchas personas solicitan estos medicamentos sin una receta adecuada emitida por un médico. Sin embargo, los farmacéuticos “se niegan a suministrarlas sin receta, debido a los graves efectos secundarios y al riesgo de dependencia asociados a estas sustancias”, que incluyen somnolencia, mareos, problemas de memoria y riesgo de dependencia.
Debido a la importante escasez de estos medicamentos, cuyas existencias suelen ser limitadas, “los pacientes sólo pueden recibir una caja al mes, incluso con una receta válida para seis meses”, precisa el Dr. Salloum, que Destaca también la existencia de contrabando de drogas, lo que puede agravar la venta ilegal de estas sustancias.
En el Líbano, la ley establece que cualquier médico tiene derecho a recetar cualquier tipo de medicamento, pero es importante señalar que ciertos medicamentos deben ser recetados por un psiquiatra o neurólogo calificado. El Dr. Richa destaca la importancia de pensar en las consecuencias a largo plazo de tomar estos medicamentos, porque la facilidad de prescripción no debe inducir a error sobre la necesidad de un uso razonado.
*El primer nombre utilizado en este artículo no es el de la persona que pidió permanecer en el anonimato.