La aparición de cáncer hematológico (hemopatía maligna) durante el embarazo representa una situación que plantea desafíos diagnósticos y terapéuticos. Se trata, en efecto, de conciliar dos imperativos: el tratamiento óptimo de las enfermedades maternas y la consideración de los riesgos a los que puede estar expuesto el feto. Dada la rareza de estos eventos, los datos disponibles para tomar decisiones médicas e informar a las mujeres y sus familias son actualmente limitados.
El estudio HEMAPREG se basa en una cohorte nacional del Sistema Nacional de Datos de Salud (SNDS). Tiene varios objetivos clave, incluida la evaluación de la incidencia de neoplasias hematológicas que ocurren durante el embarazo en Francia, el análisis de las complicaciones maternas y obstétricas, pero también la obtención de datos epidemiológicos sólidos que puedan guiar las prácticas médicas y la atención y la información de estas mujeres. en este complejo contexto clínico.
El estudio incluyó a todas las mujeres en Francia cuyos embarazos terminaron entre 1es Enero de 2012 y 31 de diciembre de 2022. Se excluyeron los embarazos que terminaron en aborto espontáneo o interrupción voluntaria del embarazo cuya atención no fue hospitalizada, así como las mujeres con antecedentes de neoplasias hematológicas antes del embarazo.
Entre 2012 y 2022, en Francia, de un total de 9.996.523 embarazos, se identificaron 1.366 casos de cánceres hematológicos asociados al embarazo, lo que representa una frecuencia de 13,66 por 100.000 embarazos. De ellos, 413 casos fueron diagnosticados durante el embarazo, con una frecuencia de 4,13 por 100.000 embarazos, y 953 casos en el año siguiente al embarazo, o 9,53 por 100.000 embarazos. El estudio también muestra una mayor tasa de partos prematuros para estas mujeres (45,2%) en comparación con las mujeres sin hemopatía (6,6%).
Este estudio también muestra que las mujeres con neoplasias hematológicas durante el embarazo tenían la misma probabilidad de supervivencia a largo plazo que las mujeres con neoplasias hematológicas que no estaban embarazadas. Por tanto, estar embarazada en el momento del diagnóstico no impacta negativamente en la supervivencia a largo plazo de estas pacientes.
Estos resultados ponen de relieve la importancia de la atención multidisciplinar en centros especializados, para garantizar un manejo óptimo de estas situaciones de alto riesgo. Este estudio también constituye un recurso para los profesionales de la salud que se enfrentan a estos casos, al proporcionar información esencial para informar mejor a las mujeres e involucrarlas en las decisiones terapéuticas y la planificación de la atención, promoviendo así una atención informada y compartida.