El virus del tifus amenaza a los gatos.

El virus del tifus amenaza a los gatos.
El virus del tifus amenaza a los gatos.
-

Gatos postrados y faltos de apetito, que presentan fiebre y trastornos intestinales. Estos son los síntomas del tifus en gatos. Esta enfermedad viral es más fácil de prevenir que de tratar. De hecho, es muy difícil curar a un gato que sufre tifus y el resultado suele ser trágico y puede provocar la muerte. Veterinarios y asociaciones alertan sobre este fenómeno, debido en gran medida a que los animales no están suficientemente vacunados (Foto rb/www.imazpress.com)

A menudo son los gatitos los que se ven afectados por formas cuyo desarrollo suele ser fatal. Sin embargo, los gatos adultos no se salvan.

Es importante señalar que el tifus es una enfermedad específica de los gatos y es inofensiva para los humanos u otras especies animales.

– 90% fatal –

Los animales se contaminan entre sí. Y muy a menudo, el resultado es fatal para el animal, a menos que se le brinde atención inmediata.

“Esta enfermedad es mortal en un 90%, en un plazo de 24 a 48 horas, si no se detecta a tiempo. E incluso con tratamiento, el resultado suele ser mortal, hay casi un 50% de muertes”.

Este virus ataca, entre otras cosas, a las células inmunitarias (panleucopenia felina) y puede provocar rápidamente la muerte. Los gatitos menores de 12 meses y no vacunados son los más susceptibles, así como los gatos debilitados, por ejemplo portadores del VIF, y los gatos ancianos.

“El tifus en gatos es una enfermedad mortal extremadamente contagiosa causada por un parvovirus”, explica Joëlle Forbes, de la clínica veterinaria Montagne. “Este virus muy resistente puede sobrevivir durante un año en el ambiente externo”.

“Puedes traerlo a casa a través de tus zapatos o ropa, por lo que corres el riesgo de contaminar a tu gato aunque no salga de casa”, advierte la clínica en sus redes sociales.

El contagio vinculado a la emisión de virus es muy importante durante la fase aguda de la enfermedad, pero continúa hasta seis semanas después de la recuperación, o incluso varios meses.

“Por tanto, es fundamental aislar a un gato enfermo de tifus”, recuerdan los veterinarios.

Cuando se está en presencia de un animal contagioso, son necesarias medidas higiénicas para limitar la contaminación. “La desinfección de locales y objetos con lejía es fundamental para prevenir la infección de gatos aún sanos y su transmisión al resto de la comunidad”.


– Un virus muy resistente –

Los síntomas generalmente aparecen después de un período de incubación que dura entre 2 y 10 días. Algunas formas graves provocan la muerte en unas pocas horas.

En otros casos, la enfermedad progresa durante varios días con síntomas generales (fiebre, anorexia, pérdida de peso marcada, depresión, deshidratación), digestivos (diarrea y vómitos profusos, dolor abdominal), nerviosos (temblores y problemas de coordinación), anomalías reproductivas). (malformaciones congénitas de los gatitos, aborto, problemas de fertilidad en gatos infectados), oculares (desprendimiento de retina que provoca ceguera repentina o fallo del desarrollo del nervio óptico) o muerte súbita.

El virus del tifus felino ataca, más concretamente, el sistema digestivo y la médula ósea. El daño a la médula ósea provoca panleucopenia (caída global de todos los glóbulos blancos) y destruye las defensas inmunitarias del animal. enfermo.

“Un análisis de sangre o un frotis de sangre revelarán una fuerte reducción de los glóbulos blancos. Para confirmar esta enfermedad, es necesario realizar un análisis de heces que se puede realizar en la clínica”, indica la clínica veterinaria La Montagne.

“Tenga en cuenta que la fiabilidad de esta prueba sólo es válida si es positiva. Los falsos negativos son comunes, lo que significa que su gato puede dar negativo en la prueba aunque sea portador del parvovirus felino. Por lo tanto, es importante confiar también en la clínica. análisis de sangre y epidemiología.”

Sin tratamiento, la panleucopenia felina es generalmente mortal y no existe ningún medicamento o antiviral específico.

Según el estado de salud del gato, la hospitalización “puede ser necesaria para estabilizarlo y ayudarle a superar esta enfermedad”, indica Joëlle Forbes. Hospitalización con infusiones para la rehidratación y aporte de glucosa y electrolitos, antidiarreicos, antiespasmódicos y antieméticos, terapia antibiótica, alimentación asistida por sonda, mantenimiento de la temperatura corporal, etc.


– La vacuna como única solución –

Sólo existe una solución: la vacuna.

La vacunación se realiza a partir de las ocho semanas de edad y se administra en dos inyecciones con un mes de diferencia, con un primer refuerzo anual y luego cada 1 a 3 años, según el modo y el lugar de vida.

En una zona de muy alto riesgo como la Reunión, “la primovacunación debe ser más temprana, incluyendo una tercera inyección alrededor de los 4 o 5 meses de edad y luego una dosis de refuerzo cada año”, precisa la clínica La Montagne.

Tenga en cuenta que la vacuna no se puede utilizar en gatas gestantes o lactantes y no se debe mezclar con la vacuna contra la rabia.

Tenga en cuenta que es posible que adopte un felino que ya esté afectado o sea portador de esta enfermedad infecciosa pero que no era visible en el momento de la adopción. Por eso existe el vicio paralizante. En este caso, es posible invalidar la venta y por tanto devolver el gato al criador a cambio del reembolso íntegro del importe pagado.

Para ello, deberá obtener un certificado de sospecha de su veterinario a más tardar 5 días después de la adopción del animal.

www.imazpress.com/[email protected]

Noticias de Reunión, Salud, Animales

-

PREV Contra el cáncer de mama, los Virois de Cœur de Fam quieren desarrollarse fuera del Octubre Rosa
NEXT una vía potencial hacia el cáncer de pulmón