El implante Neuralink para devolver la vista a los ciegos

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norteeuralink, la empresa de neurotecnología fundada por Elon Musk, alcanzó recientemente otro hito al recibir la designación de “dispositivo innovador” de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para su último proyecto Blindsight. Este innovador dispositivo tiene como objetivo devolver la visión a las personas ciegas, incluidas las que nacen sin la capacidad de ver. Si bien este anuncio genera entusiasmo, también plantea cuestiones éticas y científicas sobre cómo se desarrolla y presenta la tecnología al público. Blindsight se basa en una tecnología para implantar una serie de microelectrodos en la corteza visual del cerebro, un área responsable del procesamiento de la información visual.

Al estimular estas neuronas, el implante permitiría a los pacientes percibir imágenes, incluso si su nervio óptico está dañado o ausente. Musk dijo que la tecnología podría incluso permitir que las personas ciegas de nacimiento vean por primera vez. Sin embargo, como señaló el propio Musk, hay que medir las expectativas. Inicialmente, la visión obtenida será comparable a gráficos de baja resolución, similares a los de los videojuegos de Atari de los años 80. A largo plazo, Musk imagina una visión mejorada que permitiría ver espectros invisibles para el ojo humano, como el infrarrojo o el ultravioleta. Esta perspectiva futurista, aunque fascinante, sigue siendo hipotética y depende de futuros avances tecnológicos.

Los límites borrosos de la transparencia científica

A pesar de la promesa tecnológica, Neuralink enfrenta críticas por su enfoque poco convencional de la investigación científica. Contrariamente a las normas establecidas en el campo médico, la empresa optó por difundir sus resultados principalmente a través de las redes sociales y demostraciones en vivo en YouTube y X. Este método ha causado malestar en la comunidad científica, que tradicionalmente se basa en conferencias y publicaciones en revistas revisadas por pares. para validar los hallazgos. Además, los ensayos clínicos de Neuralink plantean dudas sobre la protección de los participantes y su consentimiento informado. La elección de publicar información fragmentaria y al mismo tiempo hacer grandes promesas podría influir en las percepciones de los pacientes sobre los beneficios reales de la tecnología.

BAunque Neuralink ha recibido apoyo de la FDA para acelerar el desarrollo de Blindsight, esta aprobación no significa que el dispositivo ya sea seguro o eficaz para un uso generalizado. El programa de “dispositivos innovadores” de la FDA tiene como objetivo fomentar la innovación en áreas donde no existen alternativas terapéuticas, pero impone estándares de seguridad rigurosos antes de cualquier lanzamiento al mercado. Además, la empresa ya ha enfrentado llamados para una mayor supervisión, particularmente después de haber sido sancionada por violaciones relacionadas con el transporte de materiales peligrosos. Estos incidentes nos recuerdan que la innovación tecnológica debe ir acompañada de un cumplimiento estricto de las normas de seguridad, especialmente cuando se trata de pruebas en seres humanos.

Si Blindsight logra su objetivo, esta tecnología podría transformar radicalmente la vida de millones de personas afectadas por la ceguera. Sin embargo, queda una pregunta importante: ¿quién tendrá acceso a esta tecnología? Los altos costos asociados con estos dispositivos avanzados corren el riesgo de limitar el acceso a los pacientes más ricos, ampliando las desigualdades en la atención médica. Además, la vida útil y el mantenimiento a largo plazo de estos implantes representan un problema importante. Si Neuralink deja de admitir estos dispositivos en el futuro, los pacientes equipados podrían terminar con tecnología obsoleta en sus cerebros.

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