Sabemos que para prevenir problemas de sobrepeso, obesidad y patologías relacionadas, especialmente entre las generaciones más jóvenes, reducir el azúcar añadido en los alimentos representa un importante problema de salud. Pero el sabor dulce es muy adictivo para el cerebro, ¡lo que aumenta las ventas!
Así, en todos los alimentos sujetos a examen, 77% contienen al menos un ingrediente edulcorante o un vector de sabor dulce, incluidos los productos con tendencia salada: ¡¿una caja de cassoulet con azúcar?! Es eso posible ? ¡Un auténtico juego de escondite! Imagínate tu supermercado donde las tres cuartas partes de los lineales estarían vacíos sin estos productos que contienen azúcar… vertiginoso ¿no?
Los edulcorantes, por su parte, han disminuido su uso, en particular el aspartamo, que en diez años ha pasado del 1,8% al 0,4%.
Todavía parece posible acelerar la caída, como se viene pidiendo a los fabricantes desde hace algún tiempo. Están surgiendo nuevas composiciones que favorecen el azúcar blanco, a menudo percibido como más natural… ¡pero que sigue siendo azúcar!
Las bebidas azucaradas, por su parte, han visto descender sus niveles de azúcar en los últimos años, en particular refrescos, aguas saborizadas, bebidas energéticas o de frutas, etc. Por tanto, el impuesto introducido en 2012 sobre las bebidas que contienen azúcares o edulcorantes añadidos parece eficaz.
¡Detectar la presencia de azúcar en una lista de ingredientes no siempre es fácil! Entre sacarosa (presente en el 58% de los productos estudiados), jarabe de glucosa-fructosa, dextrosa e incluso jarabe de melaza… ¡Hay suficiente para tirar tus gafas al carrito de compras!
¡Pero no nos rindamos! En cuanto tengas dudas, vuelve a ponerte las gafas en la nariz y vuelve a ponerte el producto que te parezca sospechoso. !
Valentine Caput, dietista en Besançon © VC
Valentine Caput – Dietista Nutricionista
