Antonio Flahault: El ibuprofeno es un analgésico útil y eficaz. No es adictivo y, para evitar sobrecargar las consultas médicas y facilitar el acceso a este producto antiguo y genérico, está disponible desde hace varios años para la venta sin receta en Francia y en muchos otros países. Es cierto que un medicamento accesible sin receta sigue siendo un medicamento, con sus condiciones de uso especificadas en el prospecto, sus contraindicaciones, sus efectos indeseables y sus riesgos de sobredosis. En definitiva, las ventas sin receta no las convierten en un caramelo. La autoridad pública sólo decide responsabilizar a los pacientes y darles la posibilidad legal de automedicarse en caso de dolor.
¿Cuándo podemos considerar que estamos consumiendo ibuprofeno en exceso? ¿Cuáles son las dosis recomendadas que se deben respetar?
El ibuprofeno es parte de la clase de medicamentos antiinflamatorios no esteroides. Se trata de medicamentos que inhiben determinadas enzimas de la inflamación, lo que nos alivia de reacciones dolorosas provocadas por el reumatismo, dolores menstruales, dolor de muelas o migrañas. Pero estas enzimas también tienen funciones naturales, en particular protegen nuestros riñones, nuestro hígado o nuestro estómago. El consumo a las dosis recomendadas por el fabricante (en este caso inferiores a 1200 mg al día en adultos y niños mayores de 12 años) durante unos días es notablemente bien tolerado por la mayor parte de la población. Pero a partir de esta dosis, o durante periodos prolongados, volvemos al marco de la prescripción médica y sólo el médico debe decidir si el uso sigue siendo seguro o si es mejor recurrir a otras clases de medicamentos, como el paracetamol primero o analgésicos incluso más potentes. .
¿Cuándo se debe evitar por completo el ibuprofeno? ¿Cuáles son las contraindicaciones a respetar y qué hacer cuando te das cuenta de que no han sido observadas?
Están contraindicados o fuertemente restringidos el uso de ibuprofeno en mujeres embarazadas (a partir de la semana 20 de embarazo), pacientes con insuficiencia renal, hepática o cardíaca, o incluso personas hipertensas o con antecedentes de úlceras de estómago. Ciertos tratamientos contraindican el uso de fármacos antiinflamatorios no esteroides, incluidos el ibuprofeno, los diuréticos, muchos antihipertensivos y anticoagulantes. Todas estas situaciones requieren entonces asesoramiento médico. Los pacientes con migraña que utilizan ibuprofeno con frecuencia pueden experimentar un efecto rebote al suspenderlo, lo que lleva a un consumo excesivo que se vuelve problemático.
¿Qué alternativa debo utilizar para sustituir el ibuprofeno para evitar un consumo excesivo? ¿Qué otro consejo podrías dar?
Existen algunos tratamientos nuevos excelentes para la migraña. Son mucho más difíciles de conseguir que el ibuprofeno o el paracetamol, pero resultan mucho más eficaces en los casos de migraña que resisten a los analgésicos simples. El médico especialista, que tiene prescripción exclusiva en Francia, podrá prescribirlos y evitar casi por completo cualquier uso posterior de analgésicos por parte de los pacientes con migraña así tratados. Asimismo, determinados reumatismos inflamatorios o algunas enfermedades digestivas crónicas han experimentado importantes avances terapéuticos en los últimos años. Los pacientes que se benefician de él ya no necesitan, o casi ya no, utilizar analgésicos de venta libre.
Sin embargo, determinadas patologías aún no se benefician de tales avances terapéuticos y el uso de analgésicos debe ser supervisado por el médico en cuanto se prolongue o las dosis necesarias de analgésicos sean superiores a las requeridas por la autoprescripción.
Lo que se debe evitar, sin embargo, es una escalada en el uso de analgésicos, alcanzando niveles compuestos de opioides (morfínicos), porque entonces el paciente corre el riesgo de caer en una adicción muy involuntaria pero de la que puede tener dificultades para abandonar. Estados Unidos vive actualmente una grave crisis debido al uso intempestivo de opioides entre pacientes inicialmente tratados por dolor, cayendo posteriormente involuntariamente en una adicción que se ha vuelto muy problemática.
