Macron en Le Havre en casa de Philippe, entre conmemoración y política

Macron en Le Havre en casa de Philippe, entre conmemoración y política
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Largos y cálidos apretones de manos, agradecimientos “sinceros” y un atril presidencial para dos. Édouard Philippe recibió a Emmanuel Macron en Le Havre el jueves en un momento en que su desacuerdo con la candidatura del primero para suceder al segundo se ha agudizado.

El jefe de Estado llegó al puerto de Normandía, del que es alcalde su antiguo primer ministro, para conmemorar su liberación del yugo nazi en septiembre de 1944. “Un desgarro que 80 años nunca han cicatrizado del todo”, afirmó en su discurso, recordando en tono serio y solemne esta ciudad que, duramente bombardeada por los aliados, “tenía el color y el aspecto de ceniza, aplastada, pulverizada”.

Lejos de la “alegría” de la liberación de París, “entre los havrenses y los liberadores, había, mezclado con la gratitud, el sufrimiento infinito de una ciudad sacrificada para liberar a su país”, afirmó.

Antes de rendir homenaje a los alcaldes, durante mucho tiempo comunistas y luego de derechas, que se sucedieron y presidieron la “reconstrucción” y el “renacimiento” de Le Havre, incluido el actual alcalde, el “querido Edouard Philippe”.

Este último, sentado detrás del mismo atril que acompaña los viajes presidenciales, “agradece sinceramente” a Emmanuel Macron por demostrar con su presencia “la importancia que la Nación concede ahora” a este doloroso episodio.

Luego los dos hombres comenzaron una caminata conjunta, cada uno saludando a los lugareños que habían venido a ver la ceremonia.

Esta etapa inesperada en el ciclo conmemorativo de este 80º aniversario se añade porque es “la primera vez” que Le Havre organiza “ceremonias importantes”, según explican en el Elíseo.

La invitación se remonta a la primavera.

Una eternidad: fue antes de la disolución de la Asamblea Nacional, esa disolución “mal pensada, mal explicada, mal preparada”, con la que Emmanuel Macron “mató a la mayoría presidencial”, en palabras de Edouard Philippe, de una dureza poco común viniendo de un “amigo” político.

Esto fue antes de la derrota de Macron en las elecciones legislativas y de la inextricable situación de una Asamblea sin mayoría.

– Presidente hasta el final –

Y eso fue antes del anuncio de la candidatura del nativo de Le Havre “para las próximas elecciones presidenciales” el 3 de septiembre en Le Point.

El presidente no puede presentarse a un tercer mandato y las ambiciones de su ex segundo no eran ningún misterio para nadie. Sin embargo, según un amigo cercano, la entrevista lo “sorprendió”.

En primer lugar, porque ambos se habían reunido el día anterior y no se había abordado el tema. En segundo lugar, porque el encuentro se había producido en un momento “inusual”, ya que el jefe de Estado estaba buscando un primer ministro.

Por último, en sus palabras, cuando se le preguntó sobre la hipótesis de una elección presidencial anticipada, es decir, la dimisión de Emmanuel Macron, Edouard Philippe “confirma” que está dispuesto.

Desde entonces, Emmanuel Macron ha dejado claro que las próximas elecciones presidenciales “serán en 2027”, al final de su mandato. “No soy de los que se rinden”, dijo en un pequeño grupo.

Por su parte, el ex estrecho colaborador de Alain Juppé rechazó cualquier “intento de desestabilizar al presidente”. “Es esencial para las instituciones que termine su mandato”, insistió.

Sin embargo, los dos hombres se miran fijamente desde que Emmanuel Macron, durante su primera elección en 2017, fue a buscar a Édouard Philippe para instalarlo en Matignon, él que era entonces un ejecutivo republicano desconocido para el gran público.

– “Lo contrario” –

Donde el primero se profesa “al mismo tiempo”, el segundo siempre ha seguido llamándose “de derecha”.

En Matignon, en lugar de ejercer de pararrayos, el primer ministro se beneficia a veces, sobre todo en tiempos de Covid, de una popularidad superior a la del inquilino del Elíseo, que acaba separándose de él en julio de 2020.

El gaullista nunca se unirá al partido presidencial, pero fundará su propio partido, Horizontes, en 2021.

«Leal pero libre», promete Edouard Philippe.

Pero cuanto más se alarga el quinquenio, “más se pone el acento en la palabra libre”, advierte Christophe Béchu, secretario general de Horizons. Sin embargo, añade, la disolución ha precipitado “la etapa en la que se manifestaba esta libertad”.

El nuevo candidato ya no esconde sus diferencias. “Generalmente, cuando le doy un consejo, hace lo contrario”, dijo en julio. El miércoles, en la cadena BFMTV, se negó a decir si estaba en el “bando presidencial”.

Sobre todo, apoya con entusiasmo a Michel Barnier, ese otro barón de la derecha que el jefe de Estado acaba de nombrar en Matignon y al que los macronistas miran con circunspección.

bpa-fff/ama

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