Sus abuelos quieren una repatriación urgente desde Francia

Sus abuelos quieren una repatriación urgente desde Francia
Sus abuelos quieren una repatriación urgente desde Francia
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Estos abuelos, miembros del colectivo Familias Unidas, estuvieron en febrero y agosto pasados ​​en el campamento de Roj, donde se encuentran detenidos al menos 120 niños franceses y 50 mujeres, según ellos.

Los testigos declararon el miércoles, bajo el anonimato, en una conferencia de prensa organizada en París en el despacho de sus abogados. Antes del viaje, Patricia (nombre ficticio) no había visto a su hija, “que se fue en 2015 a Siria”, desde hacía nueve años. “Cuando la tomé en brazos, estaba tan delgada que podía sentir sus omoplatos”.

Durante dos días, vio por primera vez a sus nietos, de seis y siete años, que nacieron allí. “En invierno, duermen envueltos en bufandas, gorros y guantes”. En verano, el calor los aplasta. “¿Cómo pueden sobrevivir en esas condiciones de vida?”.

Sin duda, se inspiran en su imaginación o en sus recuerdos. Sus habitaciones están cubiertas de dibujos de torres Eiffel o de “casas con las manos abiertas”. “En la mano hay un avión. Sólo quieren una cosa: irse”, traduce Patricia.

Otros jóvenes miran hacia el futuro y se preguntan, dicen sus abuelos. Si regresan, ¿qué pasará con su madre? ¿Dónde viven sus tíos y tías en Francia? ¿A qué escuela irán? “¿Voy a ir a una clase de pequeños si no tengo el nivel?”, pregunta preocupado su nieto a Marc (nombre ficticio). “Me resulta prácticamente imposible describir lo que nos sobrecoge cuando entramos en el campamento, aparece una multitud de niños” y entre ellos, “los reconocimos: nuestros nietos”, confiesa Marc.

“La vergüenza de Francia”

Cinco años después de la caída del “califato” del grupo Estado Islámico, decenas de miles de mujeres y niños cercanos a los yihadistas están detenidos por las fuerzas kurdas sirias aliadas de Estados Unidos en campamentos violentos.

Francia suspendió las repatriaciones colectivas en el verano de 2023, tras haber realizado cuatro operaciones en un año. Actualmente, “Francia condiciona cualquier operación de repatriación a una solicitud explícita de las mujeres”, pero éstas “no pueden” formularla, explicó la abogada Marie Dosé.

Algunos están “demasiado radicalizados”, otros temen represalias en los campamentos y muchos temen ser separados de sus hijos al llegar a Francia. “Este país debe proteger a los niños de la incapacidad de las madres de tomar la decisión correcta”, insistió el abogado.

“Esos niños son víctimas, no verdugos. Esta situación absurda será una mancha indeleble para Francia. Es la vergüenza de Francia. El plazo ha llegado”, criticó Patrick Baudouin, presidente de la Liga de Derechos Humanos.

El colectivo también visitó los centros de Orkesh y Houri, así como la prisión de Alaya, para reunirse con cinco jóvenes adultos y un menor francés que se encuentran encarcelados allí. “Su estado de salud es catastrófico, repatriarlos es una cuestión de vida o muerte”, advirtió Me Dosé.

Estos jóvenes ya habían presentado solicitudes de repatriación y se habían mostrado dispuestos a dar explicaciones ante la justicia francesa. “Nunca he recibido respuesta” de las autoridades francesas, “lo que es una negativa implícita”, afirma indignada la abogada. “No queremos que la repatriación los deje sueltos. Estos jóvenes están destinados a ser perseguidos”, recuerda Julie Couturier, presidenta del Consejo Nacional de Colegios de Abogados.

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