Los fondos inmobiliarios se están convirtiendo en una inversión completamente nueva.
Las soluciones energéticas sostenibles están transformando fundamentalmente el mercado inmobiliario. En el futuro, los edificios ya no sólo utilizarán la energía de manera eficiente, sino que cada vez más la producirán ellos mismos y serán cada vez más autosuficientes. La producción de energía ya no está centralizada, sino descentralizada. Este cambio no sólo es necesario desde el punto de vista ecológico, sino que también ofrece a los inversores sólidas oportunidades económicas y un nuevo potencial de rentabilidad.
Los bienes raíces y los fondos inmobiliarios siempre han sido factores de diversificación bienvenidos y garantías de rentabilidad estable en una cartera de inversiones. Sobre la base de esta clase de activos, se pueden crear nuevos productos de inversión adoptando nuevos enfoques para la gestión energética. Mientras que en el pasado la atención se centraba principalmente en el consumo de energía de los edificios, hoy en día se presta más atención a la producción activa y al almacenamiento de energía in situ. Las instalaciones solares, las bombas de calor, los dispositivos de almacenamiento de electricidad y otras tecnologías innovadoras no sólo hacen que los edificios sean energéticamente autosuficientes y resilientes, sino que también los transforman en centrales eléctricas. Sin embargo, a pesar de estos avances prometedores, el potencial de las energías renovables a menudo sigue sin explotar.
Suiza ofrece condiciones marco ideales
Suiza ofrece condiciones marco ideales para el uso de energías renovables: tecnologías de vanguardia, recursos financieros disponibles y programas de apoyo federal ampliados considerablemente por la nueva ley de energía. Sin embargo, los propietarios de bienes raíces y los administradores de carteras a menudo se ven frenados por la complejidad técnica, las incertidumbres regulatorias y los desafíos operativos. La integración de nuevas tecnologías, como el almacenamiento de baterías o los sistemas energéticos descentralizados, en las infraestructuras existentes requiere la interacción de varios proveedores de servicios, como ingenieros, planificadores, instaladores y muchos otros, que hoy en día a menudo no están coordinados entre sí.
La transición hacia el sector inmobiliario sostenible no es una tendencia a corto plazo, sino un cambio de paradigma a largo plazo.
La descarbonización es rentable en el portafolio de inversiones
El sector inmobiliario desempeña un papel central en la transición energética, y los edificios representan una parte importante de las emisiones mundiales de CO2. A menudo falta una visión clara de los beneficios financieros. La descarbonización y la producción de energía sostenible ya no son sólo una preocupación para el desarrollo inmobiliario sostenible, sino que también representan un caso de inversión rentable. Las oportunidades de inversión surgen cuando la energía producida internamente es más barata que las previsiones de precios a largo plazo para la energía comprada en el exterior.
Para las instalaciones realizadas en 2023, el precio medio suizo de la electricidad procedente de instalaciones solares en tejados se sitúa entre 5 y 20 céntimos por kWh. Con tarifas y tarifas de red sin cambios de 11 céntimos por kWh y previsiones de precios de la energía a largo plazo de 6,8 céntimos por kWh, la mayoría de las instalaciones son rentables en comparación con unos costes totales de 17,8 céntimos por kWh. El desafío, sin embargo, es llegar al extremo inferior del rango de costos. También hay que tener precaución a la hora de inyectar electricidad producida in situ, porque cada vez está menos remunerada. En los últimos dos años, los precios de la electricidad inyectada en la red han caído repetidamente a niveles negativos durante ciertos períodos del verano. Se trata, por tanto, de comercializar bien el excedente y de encontrar compradores permanentes.
Menores costos de energía
Para los propietarios, esto significa poder evaluar estas oportunidades antes de la construcción y limitar el riesgo de sorpresas desagradables en los precios. Si se implementa correctamente, los rendimientos netos de los bienes inmuebles no sólo pueden mejorar, sino también aumentar su atractivo. Por un lado, los propietarios se benefician de rentabilidades estables y atractivas. Por otro lado, se reducen los costes energéticos para los inquilinos, lo que aumenta el atractivo de los inmuebles. Por último, dichas inversiones contribuyen a alcanzar los objetivos climáticos perseguidos por la Unión Europea y Suiza.
La transición hacia el sector inmobiliario sostenible no es una tendencia a corto plazo, sino un cambio de paradigma a largo plazo. Los fondos que participan activamente en esta transformación no sólo satisfacen las crecientes demandas de los inversores, sino que también contribuyen significativamente a la transición energética.