De las campañas de Benetton a la lucha contra la anorexia… Estas fotos que crearon el escándalo

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Su nombre estaba rodeado de un aura sulfurosa. El fotógrafo italiano Oliviero Toscani ha fallecido este lunes a los 82 años. Su notoriedad está ligada a los numerosos escándalos que han marcado su carrera y que no quiso evitar en absoluto. Todo lo contrario. “¿Qué haces si no provocas?” Hay que generar interés. Si no provocas, es mejor quedarse en casa”, declaró en 2019 a Cambios culturales. 20 minutos te ofrece un repaso por las mayores controversias suscitadas por su obra.

Anuncios de Benetton

Se recordaron las campañas de la marca de moda italiana publicadas en los años 90. Oliviero Toscani fue el orquestador. En cada ocasión, una foto impactante iba acompañada del logo verde “United Colors of Benetton”.

Una campaña de carteles de Benetton en Milán.– O. Toscani / IPA/IPA/SIPA

Así, en 1994, fueron las ropas ensangrentadas de un soldado bosnio muerto durante la guerra de Yugoslavia las que aparecieron en los carteles, provocando malestar. Un año antes, fue la campaña “VIH positivo” la que impactó. Estas palabras, que significan “VIH positivo”, aparecen tatuadas en un estómago, una nalga, un brazo… fotografiadas en primer plano. Estas imágenes se consideran estigmatizantes y excluyentes para las personas con VIH. La Agencia Francesa de Lucha contra el Sida presenta una denuncia contra Benetton.

La campaña “La monja besándose” en una calle de Milán.–IPA/IPA/SIP

En 1991, monja besadora provocó un escándalo. Dos modelos, uno vestido de monja con corneta y el otro de sacerdote, se besan en los labios. Sexo y religión, el cóctel evidentemente enciende al público, a pesar de la dulzura que emana de la imagen. En Italia, donde la blasfemia no está comprometida, la imagen acaba siendo censurada. En Francia, la Oficina de Verificación de la Publicidad, que no tiene competencia para prohibir su exhibición, simplemente recomienda que no aparezca en los espacios públicos.

El cartel de la película “Amén”

Con 1,3 millones de espectadores en las salas francesas, Amén de Costa-Gavras es uno de los éxitos cinematográficos del año 2002. La película que cuenta cómo un oficial de las SS y un jesuita intentaron alertar al Papa Pío XII sobre el genocidio de los judíos que se estaba produciendo en los campos de concentración, hizo que también se derramara mucha información tinta para su cartel firmado Oliviero Toscani.

El cartel de “Amén”, expuesto en el Festival de Cine de Berlín en febrero de 2002, donde compite la película de Costa-Gavras.– JAN BAUER/AP/SIPA

Gráficamente amalgama la cruz cristiana con la esvástica nazi. Monseñor Ricard, presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, está indignado por esta “provocación” que, cree, debería ser “denunciada por todos aquellos que están apegados a la dignidad humana, a la libertad humana y al respeto de las creencias”. Una asociación ultracatólica, Agrif, presentó una denuncia y exigió la retirada del cartel. El Tribunal Penal de París dictó sentencia en mayo de 2003 y sostuvo que “los cristianos de hoy (…) no son objeto de la posible imputación difamatoria” que representaría esta imagen.

La pareja gay de Ra-Re

Una pareja de hombres, tocándose las zonas íntimas, estallan en carcajadas en un sofá. Esta es una de las fotografías entregadas por Oliviero Toscani en 2005 para la marca de ropa Ra-Re. El organismo de control de la publicidad italiano –el Comitato di controllo dell’istituto dell’autodisciplina pubblicitaria o IAP– exige que la imagen no se muestre públicamente con el argumento de que una escena así “vinculada a la intimidad sexual” constituye “una infracción inaceptable a la sensibilidad de la sociedad”. público.

Oliviero Toscani posa, en Roma, en 2006, ante una de sus fotografías censuradas tomadas durante una campaña de la marca Ra-Re.
Oliviero Toscani posa, en Roma, en 2006, ante una de sus fotografías censuradas tomadas durante una campaña de la marca Ra-Re.– Massimo Di Vita/Mondadori Portfolio/Sipa USA/SIPA

La IAP se defiende de cualquier censura y de cualquier actitud discriminatoria hacia los homosexuales y asegura que si la pareja representada hubiera sido heterosexual, “habría sido igual”.

Una campaña contra la anorexia

“Hace años que me interesa la anorexia. ¿Quién es responsable de esto? Medios de comunicación en general, TV, moda. Por eso es muy interesante que una marca de ropa comprenda la importancia del problema, tome conciencia de él y patrocine esta campaña”, declaró Oliviero Toscani a la agencia de prensa Ansa en septiembre de 2007. Luego firmó, en patrocinio con la marca italiana No- l-ita, un anuncio que dice “no” a la anorexia.

En 2007, Isabelle Caro posó ante el objetivo de Oliviero Toscani para una campaña de sensibilización para luchar contra la anorexia.
En 2007, Isabelle Caro posó ante el objetivo de Oliviero Toscani para una campaña de sensibilización para luchar contra la anorexia.– OLIMPIA/SIPA

En esta foto, Isabelle Caro, anoréxica, posa desnuda. Esta francesa, que se comprometió así a alertar a la opinión pública sobre el peligro mortal de su enfermedad, murió tres años después, a la edad de 28 años. Esta campaña deja una impresión duradera y provoca reacciones encontradas. Emma Bonino, ministra italiana de Asuntos Europeos, lo considera “muy eficaz”. Lo mismo ocurre en el mundo de la moda, como Giorgio Armani que declara que “estas campañas, con imágenes tan duras y crudas, son justas y oportunas”.

Pero para la profesión médica las cosas son diferentes. “No podemos predecir el efecto que tendrá esta publicidad”, sugiere el investigador en endocrinología Fabrizio Jacoangeli, temiendo que esta cobertura mediática sea contraproducente.

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