Las autoridades alemanas anunciaron el lunes que estaban investigando el vuelo de al menos diez drones de la zona militar de la planta de fabricación de aviones Eurofighter. La investigación fue confiada a la Oficina de la Policía Criminal de Baviera, bajo la dirección de la Oficina de Lucha contra el Extremismo y el Terrorismo (ZET) de la Fiscalía de Múnich, según un comunicado conjunto de ambas instituciones, que también lanzaron una convocatoria de testigos. Los hechos se refieren en particular al lugar donde Airbus Defence and Space fabrica el avión de combate Eurofighter, en Manching, al norte de Munich, en el sur de Alemania.
El domingo por la noche, la policía local “fue informada de un vuelo de un dron sobre la zona de seguridad militar de Manching”, según el comunicado. “Los agentes de policía desplegados pudieron detectar hasta diez drones que sobrevolaban la zona”, precisan las autoridades alemanas, que añaden que “a pesar de intensas búsquedas, en particular por parte de un helicóptero policial, no se pudo identificar a los responsables”. .
Este paso elevado es sólo el último de una serie de “observaciones con drones sobre instalaciones del ejército federal en Manching y Neuburg an der Danube”, otro lugar situado unos kilómetros más al oeste. Así, el 16 de diciembre, en dos ocasiones, luego el 18 y el 25, militares o testigos detectaron drones sobre la zona militar de Manching, “donde prevalece una zona de exclusión aérea”, indican las autoridades bávaras.
El 19 de diciembre también se observaron varios drones activos en Neubourg. Las búsquedas para encontrar a los pilotos no tuvieron éxito.
La convocatoria de testigos tiene como objetivo poder identificar “personas o vehículos sospechosos” en los dos sitios y recopilar pistas vinculadas a “posibles intentos de espionaje”.
Sin acusar directamente a Rusia, las autoridades plantean la hipótesis de un posible espionaje “a instalaciones militares y a socios o empresas armamentísticas” en “el contexto de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania”.
El uso militar de drones ha aumentado desde la invasión rusa de Ucrania a principios de 2022, ya sea como arma de guerra entre los dos países beligerantes, o como arma de espionaje como parte de la “guerra híbrida” que Occidente acusa a Moscú de llevar a cabo.
Desde este verano se han observado vuelos de drones no identificados en una zona industrial alemana cerca del Mar del Norte y sobre equipos industriales sensibles en Alemania, así como en la base aérea estadounidense de Ramstein.