Las nueve razones que hacen irresistible a Marruecos
1. Una frontera que cruza el tiempo
El Estrecho de Gibraltar, una delgada separación entre Europa y África, es mucho más que una frontera para Nadal. Es un puente entre dos mundos. “Ciertas regiones marroquíes dan la impresión de viajar en el tiempo, a una época lejana, pero con una calidez humana única”.
2. Las eternas medinas de Fez y Meknes
Estas dos ciudades, verdaderos tesoros históricos, sumergen al visitante en un escenario de otra época. “Perderse en zocos llenos de vida, entre puestos de telas, perfumes y fruta fresca, es como dar un salto al pasado”, escribe.
3. Plaza de Jemaa el-Fna, el alma de Marrakech
En el corazón de Marrakech, la famosa plaza Jemaa el-Fna se describe como un “espectáculo vivo y auténtico”. Nadal destaca su ambiente vibrante, que culmina al atardecer con cuentacuentos, músicos y artesanos.
4. La ruta de la kasbah, un viaje al corazón de la historia
En el sur de Marruecos, la carretera de las kasbahs ofrece un paisaje digno de los cuentos de Las mil y una noches: fortalezas de arcilla, oasis verdes y valles espectaculares se extienden a lo largo de kilómetros, entre el sueño y la realidad.
5. Un destino apto para todos los bolsillos
Según Nadal, Marruecos es un destino accesible, donde conviven el lujo y la sencillez. Ya sea en suntuosos riads o en modestos albergues, hay algo para todos los gustos.
6. El desierto, tan cerca y al mismo tiempo tan grande
Las dunas doradas de Merzouga, situadas a las puertas del Sahara, ofrecen una experiencia inolvidable. “Es un espectáculo impresionante, donde luces y sombras bailan sobre la arena”, describe.
7. Los imponentes picos del Atlas
Lejos de los tópicos, Marruecos también alberga majestuosas montañas. El monte Toubkal, con una altura de 4.167 metros, atrae a los amantes del senderismo y la naturaleza.
8. Riqueza culinaria marroquí
Más allá de clásicos como el tagine o el cuscús, Nadal saluda la diversidad gastronómica de Marruecos, que incluye sopas como la harira y una variedad de pasteles.
9. Hammam, un ritual de bienestar atemporal
Por último, la experiencia de los hammams tradicionales, que combinan purificación y relajación, es imprescindible para Nadal. “Es el lugar ideal para recargar energías después de un día explorando los zocos o kasbahs”.
A través de su historia, Paco Nadal capta la esencia de Marruecos : un país donde el pasado y el presente se mezclan armoniosamente, ofreciendo visitantes una experiencia única. Un testimonio que invita a redescubrir este destino encantador, rico en historias y emociones.